Lamenta Diócesis ataque en casa de Norberto Rivera

IRIS MAYUMI OCHOA HERRERA

  · jueves 25 de octubre de 2018

El atentado contra Norberto Carrera es reflejo de la violencia que hay en el país, dijo Martín Lara. /Yolanda Longino

El atentado que sufrió el cardenal Norberto Rivera Carrera en su casa muestra la vulnerabilidad de la sociedad, reconoció el vicario general de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, quien lamentó el hecho en el que murió una de las escoltas del arzobispo en retiro.

En entrevista, indicó que un atentado de este tipo demuestra la inseguridad que viven los mexicanos y la falta de respeto que existe hacia las personas y más aún si el hecho ocurre en la propia casa del cardenal, algo que no deja tranquilo a nadie.

“Es muy lamentable que una persona se sienta insegura en su propia casa y que en su propia casa reciba un atentado o que reciba un acto de violencia es lamentable, ahora, que sea la casa del cardenal Rivera diríamos que tiene una dosis más fuerte, diríamos que el tener una situación de estas muestra la vulnerabilidad de toda persona”, afirmó Lara Becerril.

Comentó que el incremento de la violencia hacia los sacerdotes también es un termómetro que indica que se han pasado muchos límites humanos y por tanto, se han perdido valores que debieron inculcarse al interior de las familias.

Ante esta situación, Lara Becerril consideró que se debe recuperar el tejido social, toda vez que se debe reforzar el tema de la familia que es el núcleo en el que crecen y se desarrollan todas las personas para evitar situaciones como las que ocurrieron en la casa del cardenal.

“Cuando hay una violencia en contra del sacerdote, decimos que ya se han pasado muchos límites humanos y se ha perdido el respeto de muchas formas, porque siempre vamos a decir que la sociedad siempre ha tenido un grande respeto por la vida de los sacerdotes, pero cuando rebasa estos límites, es señal de que el respeto a la persona en general está muy deteriorado y ahora hay que recuperar el tejido social”, finalizó.