Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro, precisó que son 1,800 peregrinos en la columna de hombres los que parten de la Sierra Gorda; buscan fortalecer la fe católica en esta edición 134 de la peregrinación a pie de Querétaro al Tepeyac.
La edición 134 de la peregrinación a pie de Querétaro al Tepeyac ha comenzado con fervor y una notable participación de fieles, señaló el vicario de la Diócesis. La peregrinación comenzó en la comunidad de Neblinas, donde se registró una salida de 200 peregrinos, el doble que el año anterior.
"La peregrinación 134 ha arrancado como ustedes saben de la comunidad de Neblinas, tuvimos la oportunidad de salir 200 peregrinos, el doble del año pasado, y conforme ha ido pasando el tiempo la peregrinación se ha ido engrosando. Contamos con alrededor de 1800 peregrinos que van en la columna. Ha sido tranquilo".
Según Lara Becerril, la participación ha aumentado significativamente a lo largo del recorrido. Los peregrinos, que caminan y oran durante todo el día, han experimentado un clima favorable con cielos nublados, que ha aliviado el esfuerzo físico.
"Toda la participación ha sido muy buena, prácticamente los peregrinos todo el día rezan. Desde la madrugada hasta cada lugar del descanso. La peregrinación caminamos orando y oramos caminando, es una peregrinación muy espiritual".
Entre los retos destacados de este año se encuentran la subida al Platanito y el Salto del Tigre, que han sido recibidos con determinación por los participantes. Lara Becerril subrayó que, hasta el momento, la peregrinación ha transcurrido sin incidentes graves, y la incorporación de la "hora santísima" después de la misa ha sido bien recibida por los peregrinos.
"El clima ha sido benévolo con nosotros, casi todos los días hemos sido cubiertos por nubes. Los retos físicos que teníamos han sido dos: la subida al Platanito, de Jalpan a Puerto de Ánimas, y el Salto del Tigre, que son retos físicos, que los peregrinos esperan con mucho ímpetu, ha sido una peregrinación muy buena, Gracias a Dios no hemos tenido ninguna cosa qué lamentar".
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La peregrinación se divide en dos etapas principales: la primera, que abarca la parte serrana hasta San Juan del Río, y la segunda, de Querétaro a la Basílica, donde se unen más grupos de peregrinos. Esta última etapa presenta mayores retos logísticos y espirituales debido al aumento masivo de participantes, a decir del vicario.