Trabajadores de Servicios Públicos Municipales afirman que se llevarán toda la semana próxima para poder quitar las pintas que plasmaron las colectivas en su marcha feminista del 8 de marzo. Todo el trabajo lo hacen con máquinas que lanzan agua a presión.
Por lo tanto, desde las primeras horas de ayer, el personal municipal se dio a la tarea de limpiar, donde uno de los lugares más afectados es el Teatro Esperanza Cabrera, cuya fachada quedó plasmada con diferentes pintas de distintos colores. El inmueble se ubica en la esquina de las calles Benito Juárez e Independencia, en pleno Centro Histórico.
Empleados del Municipio, hombres y mujeres, hacían el trabajo también en la Plaza Constitución, donde fueron afectadas algunas de las jardineras, bancas y estructuras metálicas de las luminarias.
“Estamos borrando la pintura con pura agua a presión y sí se quita, pero una de las máquinas se nos acaba de descomponer”, dijo uno de los empleados de Servicios Públicos Municipales, cuya cuadrilla se retiró por un momento, pero volvieron para continuar con las labores de restauración.
Mientras tanto, personas que pasaban por el lugar observaban aún con asombro lo que hicieron ayer las colectivas feministas quienes tomaron algunas calles del Centro de la ciudad, prácticamente desde las cuatro de la tarde y hasta las 10 de la noche, donde incluso realizaron una quema en el piso exterior del Teatro Esperanza Cabrera.
Ese es el resultado de la manifestación realizada ayer en esta ciudad capital, donde las miles de mujeres gritaron y reclamaron por sus derechos, seguridad y aplicación de la justicia, para las que han sido violentadas en algún momento por personas del sexo masculino.
Así se realizó la conmemoración del Día Internacional de las Mujer, donde se concentraron tres contingentes; de la Alameda salieron dos y otro más de la Plaza del Estudiante, para llegar a Plaza Constitución y el Jardín de la Corregidora respectivamente.
En la Plaza Constitución, específicamente en el exterior del Teatro Esperanza Cabrera las mujeres se concentraron. En su reunión quemaron pancartas y las protecciones que se habían colocado para resguardar el inmueble; algunas más del denominado “bloque negro” aventaron botellas que alcanzaron las ventanas que se ubicaron en lo alto del edificio.
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Mientras algunas realizaban actos de iconoclasia en las paredes, las mujeres gritaban diferentes consignas, y otras trataban de tapar a quienes realizaban pintas en las paredes.
Por ahora, los trabajadores municipales hacen labor para quitar la pintura que plasmaron, tanto en paredes, como en jardineras, bancas y estructura de las luminarias de la Plaza Constitución.