Llegamos a esta Basílica para pacificar el corazón, señaló el obispo de la Diócesis de Querétaro, Fidencio López Plaza, quien señaló que es importante la reconciliación, principalmente con quienes piensan diferente.

Esto durante la misa oficiada al pie de la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores, a mediodía, donde el obispo solicitó un aplauso en la celebración a esta figura importante para las autoridades eclesiásticas en Querétaro.

"Hemos llegado hasta esta Basílica para pacificar nuestro corazón; lo que Dios espera es que lleguemos de regreso a nuestras casas con un corazón pacífico, reconciliado con Dios y con la gente, sobre todo con los que tenemos algunas diferencias".

Durante la homilía, el obispo dio la bienvenida a los peregrinos llegados estos días a la Basílica, reconociendo su esfuerzo y su fe para realizar su recorrido, por lo que les dio la bendición.

"Hermanas y hermanos peregrinos, sean bienvenidos a la casa materna. Hemos peregrinado de muchas partes de esta Diócesis de Querétaro y de otras partes del país para venir a escuchar la voz de Jesús que sigue resonando de generación en generación".

Al respecto, el obispo recordó las enseñanzas bíblicas las cuales compartió con los cientos de asistentes, explicando el mensaje que dio Jesús al estar en la cruz, así como la misericordia de Dios y la importancia de María.

"Jesús no nos deja huérfanos, pues tenemos una madre que camina con nosotros. Así su maternidad se ensancha en la figura de su hijo y llega a toda la iglesia y a toda la humanidad. Desde entonces María cuida de nosotros como cuidó a su hijo".

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Durante la misa, el obispo refirió que la maternidad de la virgen María se expresa en las actitudes de cuidado, de acogida, de protección, de perdón y de ternura, por lo que la figura de la virgen representa la alegría entre los feligreses.