La lluvia que cayó el martes en la capital, arrastró cajas de frutas y verduras, cubetas y diablitos de puestos ubicados en la Central de Abastos, y en la calle Zimapán, aledaña a la zona, ocasionando importantes pérdidas económicas para los comerciantes.
Comerciantes de la Central de Abastos señalaron que alrededor de las cinco de la mañana comenzó la lluvia, y hubo zonas donde el agua llegó a más de un metro y medio de altura, dañando o llevándose parte de la mercancía que tenían preparada para la venta del día.
El señor Pedro Hernández Franco, dueño de un puesto de verduras al interior de la Central, dijo que el agua arrastró cajas de nopales, tunas, y otras verduras, con pérdidas económicas que ascendieron a más de 4 mil 500 pesos.
De igual forma, Genaro Martínez quien tiene más de diez años trabajando con don Pedro, comentó que es la primera vez que sucede algo así, "la corriente parecía río, se llevó todo, tuve que ir a conseguir más para vender”.
“Tenía seis pacas de nopales, y seis de tunas que también se lo llevó, lo demás lo metimos y se salvó, el agua llegó hasta aquí, otras cajas las fuimos a recuperar porque también se las llevó el agua”, mencionó.
En su oportunidad, el comerciante Miguel Ángel Rodríguez, quien desde hace 27 años oferta toda la materia prima para los taqueros, comentó que el agua afectó costales de cebollas, tomates y pepinos, algunos de los cuales se perdieron completamente.
“Afectó el producto y tenemos que llevarlo a cambiar, en muchos lados se fue el productos, porque a los diableros se les cayó en el agua, y se les fue en el agua, ya no garraron nada y se fue por las alcantarillas”, señaló.
En entrevista, Armando Alcántara Estrada, coordinador administrativo de la Central de Abastos, estimó que fueron cerca de 40 locales –de un total de 350- los que resultaron afectados por la lluvia, debido a que se encuentran en la parte baja de la zona.
Las bodegas y los andenes -dijo el administrador- no resultaron afectados porque están en la parte alta. Dijo que hasta el mediodía de ayer ninguna autoridad acudió a apoyarlos, y fueron los propios comerciantes los que realizaron la limpieza de la zona.
Pidió a la autoridad municipal que los apoye para arreglar el drenaje que tiene muchos años, así como las vialidades; en materia de seguridad, dijo que sí reciben apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
Finalmente, Arline Alfaro, quien tiene tres años vendiendo frutas y verduras en la calle de Zimapán, a un costado de la Central de Abastos, comentó que la lluvia se llevó unos diablitos cargados de fruta que tenían para la venta, pero finalmente los lograron recuperar.
Posterior a la lluvia, los comerciantes comenzaron la limpieza de sus puestos y de las zonas aledañas, y señalaron que hasta ese momento no habían recibido apoyo de alguna autoridad municipal para estas labores.