Maconí podría convertirse en un “pueblo fantasma”

Paro de labores de la mina afecta economía y azora a los pobladores

Cecilia Conde

  · lunes 1 de julio de 2019

Solo algunos grupos pequeños de trabajadores acuden a realizar mantenimiento a la mina./Miriam Martínez.

La comunidad de Maconí sostiene su economía de la Mina La Negra que extrae cobre, plomo y zinc; y con el paro de labores la pequeña demarcación también se paralizó, y corre el riesgo de convertirse en un “pueblo fantasma” si hay un cierre total como han advertido los empresarios ante la falta de permisos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Jorge Luis López quien es minero, ha pasado seis meses en la incertidumbre sobre si regresará a su empleo o lo liquidarán; en las mañanas ayuda a su esposa en un puesto de gorditas, mientras resuelven la situación de la mina.

Señaló que no han podido ocuparse en otro empleo porque no hay en la comunidad, además que sino perdería su derecho a liquidación si la mina cierra.

“Ya tiene como dos meses que nos lo recortaron a la mitad (el salario) y los que tenemos crédito de Infonavit a veces no cobramos nada”, aseveró.

El temor de todos los trabajadores es el cierre, señalan que ya han pensado en las opciones, las que más reiteraron es irse a Estados Unidos a trabajar porque los salarios en otros municipios de Querétaro o en otros estados del país no se comparan a lo que ganaban en la mina, incluso algunos ante la falta de respuesta ya optaron por migrar.

En medio de cerros en el municipio de Cadereyta de Montes está ubicada la pequeña comunidad, que desde hace 13 años no conoce otra forma de empleo que la minería, antes de eso solo recuerdan que las familias se sostenían con las remesas de los migrantes que vivían en Estados Unidos.

En la misma situación está Hortencia García, minera que trabaja en la planta quebrando el mineral que extraen, sin embargo desde hace tres meses no tiene otra fuente de ingreso que 800 pesos semanales para sostener a su familia de cinco hijas e hijos porque es madre soltera.

“No hemos salido, no hemos porque nos tienen aquí con que va a haber alguna junta o que nos avisan”, señaló.

Ella lleva 11 años con cinco meses que trabaja en La Negra, le preocupa el posible cierre porque tendrá que salir de la comunidad para conseguir un empleo y dejar a sus hijos.

“Es muy bonito, me gusta mucho mi trabajo”, indicó

El problema que enfrenta la mina es que requieren un permiso de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para poder operar con la presa Jales, y desde noviembre de 2018 está sin funcionar, por lo que el personal fue enviado a “descansar”, y actualmente solo pequeños grupos que se dividen por grupos que trabajan cada 15 días acuden a realizar labores de mantenimiento. .

“Que den el permiso para que se arranque esto porque está dura la situación aquí sino el pueblo se va a quedar fantasma”, aseveró Evelio Bárcenas, trabajador.

Aunque Evelio de 21 años no trabaja directamente para la minera, la empresa en la que labora es contratista, su salario aproximadamente era de tres mil pesos semanales, y ahora recibe 600 pesos por el mismo periodo.

“La otra es que si no se compone esto a ver a dónde agarramos, no somos poquitos tan solo por la parte del sindicato estamos 320, más empleados y contratistas somos 600 todos, y si cierran a dónde nos vamos todos”, aseveró.

Señaló que se irá a Estados Unidos si hay un cierre de la mina, ya que su primer y único empleo ha sido en la mina desde hace dos años.

La idea es favorecer el desarrollo de la comunidad, así como de la mina San Martín pero sin afectar ninguna de los partes: Alejandro Ocho Valencia. /Archivo

“Ahora sí se compraba mil pesos de mandado, ahora no se compra porque no alcanza, entonces lo poquito que se alcance y eso”, afirmó.

DIMINUYEN VENTAS

Indirectamente los pequeños comercios que hay en la comunidad también han sido afectados por la situación de mina La Negra, Mucia Morán dueña de una tienda de abarrotes indicó que anteriormente vendía alrededor de 500 pesos diarios, y ahora máximo son 200 pesos, por lo que sus ventas se redujeron 60%.

“Está bien críticas las ventas, se ve bien triste el pueblo… toda la gente, unos andan trabajando de lo poquito que hay”, subrayó.

FESTEJARÁN DÍA DEL MINERO

Aunque la situación es preocupante entre los habitantes, para el 11 de julio festejarán el Día del Minero, pero la fiesta será más pequeña que el año pasado, y pagada solo por la empresa dueña de la mina, con una sencilla comida y un trío que amenizará.

José Vidal, quien es minero, recordó que en años pasados todos los trabajadores aportaban de su salario un monto para organizar la fiesta más grande que tienen, además de lo que aportaba la empresa y los contratistas.

“Mientras no se cierre la mina el 11 de julio se va a seguir celebrando, aunque no sea como antes”, indicó José Vidal de 32 años.