Salvador, de 19 años, salió a realizar un mandado junto con un amigo justo hace cinco meses pero nunca más regresó a casa. Lucy, su madre, viajó desde Calera, Zacatecas, hasta Querétaro hace unos días como parte del colectivo de Madres Buscadoras, con la intención de encontrarlo o que alguien le dijera si lo han visto.
La mujer aseguró que actualmente en el poblado hay una violencia extrema entre bandas del crimen organizado, por lo que cree que fue levantado por hombres armados el 2 de abril del presente año. Al día siguiente hallaron la camioneta sin huellas de violencia.
“Fue por un mandado con un amigo, pero ya no regresaron. Mi hijo era un muchacho de casa que no tomaba; no era de los que se desaparecía por días ni nada de eso”, afirmó.
Lucy comentó que quienes integran estos colectivos de búsqueda son personas que corren peligro, por exigir a las autoridades que investiguen, que hagan su trabajo.
Mencionó que ya lo ha buscado en varias áreas del Servicio Médico Forense (Semefo) y que la Fiscalía del estado de Zacatecas ha enviado reportes de búsqueda a los hospitales.
“Mi esposo está enfermo, pero le enseñó a mi hijo el oficio de la mecánica, que es a lo que se dedicaba Chava”, expresó la mujer en tono de desesperación.
Agregó que cuando han acudido a las instancias investigadoras les responden que se encuentran en la investigación, pero que no les han dado resultados.
“La situación entre bandas criminales es fuerte. Todos los días hay levantones, asesinatos y balaceras. Acaban de llegar a Calera 300 militares, porque hace una semana hubo como 10 levantones y mataron a dos muchachos cerca de mi casa”, indicó Lucy.
La madre del joven desaparecido reveló que a quienes integran el colectivo se les ha prohibido entrar a los centros penitenciarios para buscar a sus familiares.
“Otra cosa… los ministeriales están en huelga porque quieren mejor sueldo, entonces, mejor nosotros hacemos el trabajo”, dijo en tono irónico y con una sonrisa que le brotó de manera espontánea.
Compartió que ella y su esposo tienen otros tres hijos y que Salvador es el menor. “Era el niño de la casa”, comentó.
Para Lucy su hijo es inocente y se trata de una víctima que estuvo en el lugar y momento equivocados al salir de casa.
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“Durante las noches se escucha cómo llegan los policías o los narcos a patear las puertas de las casas para llevarse gente; eso nos tiene aterrorizados en Calera”, platicó.
La integrante del colectivo de Madres Buscadoras refiere que las personas que se han enterado en el pueblo de Calera sobre la desaparición de su hijo están sorprendidas, al argumentar que saben que es un muchacho de casa.
