José Luis no pierde la esperanza de encontrar con vida a su hermana Irma Claribel, entonces de 17 años, desaparecida hace 15, entre Torreón y Saltillo.
“A mí hermana la vendió una amiga a los tratantes de blancas y un político desapareció la carpeta”, afirmó durante su estancia en Querétaro, al formar parte del colectivo que en días pasados estuvo en busca de sus familiares.
Mencionó que esto sucedió en 2008 cuando se desató la violencia entre bandas del crimen organizado. “Mi hermana conoció a una amiga cuando estaba en una discoteca en Torreón. La chava le dijo que en Saltillo había una nueva y más bonita y que si iban ella le pagaba todo”.
El hombre de 27 años comentó que nunca olvidará aquel lunes 13 de agosto, su primer día en la secundaria, ya que luego de que sus padres regresaron tras haberlo acompañado la chica ya no estaba en casa.
“Mi hermana tenía apenas 17 años y lo más seguro es que haya caído en las garras de la trata de blancas”, reiteró.
José Luis indicó que nunca recibieron ayuda de las instancias de gobierno y que, por el contrario, desapareció la carpeta de investigación, por lo que tuvieron que abrir una nueva tres años después.
“Cuando mi hermana desapareció mi madre se puso a investigar y pudimos dar con el taxista; el señor nos llevó a una casa en donde pudimos encontrarla en ese momento, pero desde adentro se asomó por la ventana y nos dijo que la dejáramos, que ya tenía 17 años y que sabía lo que hacía. Mi madre se regresó a la casa llorando”, expresó con el recuerdo y los ojos al borde de las lágrimas.
Agregó que al día siguiente volvieron al domicilio, acompañados de policías y un abogado, pero no estaba. La chica de la casa les dio las maletas de Irma Claribel y les dijo que se había ido con la otra muchacha que la había contactado en la discoteca.
A partir de ahí, asegura José Luis, empezó su peregrinar; jamás volvieron a encontrarla.
“Para mí como hermano es difícil, pero es más para mi mamá, porque es duro verla desgastarse, desgarrada, incompleta desde hace 15 años. Yo como hijo no sé cómo consolar a mi madre”, puntualizó.
De acuerdo con el hermano de la mujer desaparecida, se revisaron las cámaras en la estación de autobuses de Torreón y se ve cuando ambas entran, pero ya en Saltillo no se les ve salir por ningún lado.
“Creemos que mi hermana se desapareció entre Torreón y Saltillo; fue donde la bajaron y seguramente se la entregaron a los tratantes de blancas que, incluso, trabajan en ciudades, estados y otros países”, refirió.
En todo esto que argumenta José Luis, señala que el tío de la mujer con quien estuvo en la casa era un legislador. “Él se encargó de desaparecer la carpeta de investigación”.
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José Luis insiste en que tiene la esperanza de hallarla, mientras que la amiga que le dio albergue en una casa sigue su vida “como si nada” a pesar de que fue a declarar un par de veces.
“Siento que mi hermana fue engatusada, se dejó engañar. No hay que confiar en los amigos, porque no sabes quién te puede vender, quién va a traicionarte”, aseveró con un reflejo de sentimientos encontrados: tristeza, coraje, impotencia.
Añadió que la búsqueda que han hecho ha llegado a fosas clandestinas, centros psiquiátricos, penales, centros de rehabilitación, en todos, sin tener resultados que confirmen la ubicación de su hermana.
