/ jueves 20 de septiembre de 2018

Margarito, hombre de tradición viva y ejemplar herencia de conchero

Nieto en quinta generación del legendario Atilano Aguilar, fundador de la fiesta en honor a la Santa Cruz de los Milagros de Querétaro

Barrio de san Francisquito, Santiago de Querétaro, Qro. “Porque la danza es mi vida y por el amor y fe a la madre santísima de la Cruz, seguimos manteniendo viva la tradición conchera”, resalta en entrevista exclusiva para Diario de Querétaro y semanario Mensajero de la Sierra Gorda, quién con orgullo y dignidad porta el “bastón de mando” de la Mesa Central Chichimeca de Santiago de Querétaro como máximo general de esa herencia que este año 2018 celebra 146 años de su fundación.

Fue en el año de 1872 cuando don Atilano Aguilar recibe el pergamino, bastón de mando y reconocimiento de los H. Ayuntamientos de Tlaxcala y Querétaro para portar el estandarte de conquista de la tradición conchera, estandarte que le merece la distinción de haber elegido él el día 14 de septiembre como la fecha para celebrar la mayor fiesta pagano-religiosa del estado de Querétaro.

Y porque Tlaxcala le da el estandarte a don Atilano Aguilar, se le cuestiona al nieto en quinta generación del pionero de la danza conchera en la entidad, “sencillamente porque en aquella época era en Tlaxcala donde se realizaban todas las gestione, trámites y permisos de los indios que tenían que ver con el Bajío”, explica con sencillez.

Detrás de él en esta ancestral tradición, cuenta el General de la Mesa Central Chichimeca de Santiago de Querétaro inicia con son Atilano Aguilar seguido de Antonio y Petronilo (hijos de don Atilano), siguiendo Gervacia Ramírez (Nieta), continuando Margarito Aguilar Reséndiz, (papa de don Margarito Aguilar Hernández), hasta llegar a nuestros días con el multicitado conchero.

La charla con el General Margarito es amena y transcurre con fluidez, pese a su baja capacidad auditiva, que no impide que él abunde con claridad en la historia, anécdotas y vivencias de la tradición conchera.

Por ejemplo, tal vez poca gente sepa que en tiempos de la “guerra de los cristeros”, cuando el gobierno federal de Calles ordenó cerrar templos e iglesias católicas, también las capillas concheras de las mesas de danza fueron involucradas.

“A mi padre se le ordeno cubrir o tapar las imágenes de nuestra capilla, mi papá para no tener problemas cumplió con la orden, sólo que lo hizo con papel transparente (celofán), evitando así la los fieles dejaran de acudir a honrar a sus imágenes”. Fue una excelente forma de cumplir la orden del gobierno para no ser fusilado, pero a la vez no negar la exhibición de las veneradas imágenes. Esta acción de mi padre, resalta, hizo que otras capillas copiaran la forma de cubrir sus imágenes y por tanto no dejaran de ser visitadas por los fieles.

Otro dato relevante, pero a la vez poco difundido y lamentable, es la mostrenca determinación del clero católico, el de las altas esferas que han ordenado, incluso en la Basílica de Guadalupe, que los danzantes realicen sus bailes y ritos muy cerca de los atrios de templos católicos.

Con desconsuelo sincero resalta don Margarito Aguilar, esta reciente decisión de las altas esferas del clero católico han provocado que haya cierto retroceso en la tradición, además porque “le van restando la fe y al amor a las danzas concheras”.

A pregunta expresa sobre el cómo se sostiene una tradición tan costosa, económicamente hablando,(simplemente para poder dar de comer a cientos de concheros en cada fiesta, por ejemplo), el general de la Mesa Central Chichimeca explica que él desde muy joven trabajo como mecánico diesel y luego en la empresa Industria del Hierro como obrero y más tarde como supervisor, incluso por su carisma y sencillez tuvo funciones como representante sindical, cargo que quisieron sobernal para traicionar a sus compañeros; trabajos de donde pudo sacar adelante a su familia, todos sus hijos son profesionistas, y desde luego a su grupo de danza.

Don Margarito Aguilar Reséndiz,(qepd), su padre, que a su muerte en 1985 le deja en herencia el cargo de General de la Mesa Central Chichimeca de Santiago de Querétaro, también tuvo mucho que trabajar para sacar adelanta su familia y a la danza, trabajando a veces como albañil y “camotero”, sobre todo, vendiendo el rico camote de honor que se consumía mucho por aquellos tiempos. Horno que por cierto aún existe en la casa donde nacieron todos los Aguilar. Hoy únicamente utilizada como cuartel y capilla de la danza.

Con orgullo, también comenta que el mandatario estatal don Rafael Camacho Guzmán, y la Universidad Autónoma de Querétaro rindieron en vida un sincero homenaje de reconocimiento a su padre, don Margarito Aguilar Reséndiz como hombre de la gran tradición conchera y orgullo de Querétaro.

Cabe resaltar que la Mesa Central Chichimeca de Santiago de Querétaro, es una de las más numerosos de la tradición conchera de entre los 22 grupos de danza registrados en Querétaro, que este año al celebrase la versión número 146 de la Fiesta a la Santísima Cruz de los Milagros, gracias las “conquistas” y “palabras” que sostiene con amistades de diversos estados del país, incluso de Nueva York, EEUU, sumo entre 1000 y 1500 danzantes en su círculo de danza, que año con año el día 14 de septiembre se ubica casi frente al templo de la Merced.

Finalmente, don Margarito Aguilar Hernández deja testimonio de una agrupación responsable, disciplinada y muy respetable que ha sabido, desde siempre dejar el mando a sus herederos, sin discusiones, pleitos y divisiones familiares. El Capitán, Andrés Aguilar Sánchez es actualmente el General sustituto en gran apoyo a don Margarito, “hombre de tradición viva y ejemplar herencia conchera”. Gracias por las facilidades que nos brindó toda la familia.

Barrio de san Francisquito, Santiago de Querétaro, Qro. “Porque la danza es mi vida y por el amor y fe a la madre santísima de la Cruz, seguimos manteniendo viva la tradición conchera”, resalta en entrevista exclusiva para Diario de Querétaro y semanario Mensajero de la Sierra Gorda, quién con orgullo y dignidad porta el “bastón de mando” de la Mesa Central Chichimeca de Santiago de Querétaro como máximo general de esa herencia que este año 2018 celebra 146 años de su fundación.

Fue en el año de 1872 cuando don Atilano Aguilar recibe el pergamino, bastón de mando y reconocimiento de los H. Ayuntamientos de Tlaxcala y Querétaro para portar el estandarte de conquista de la tradición conchera, estandarte que le merece la distinción de haber elegido él el día 14 de septiembre como la fecha para celebrar la mayor fiesta pagano-religiosa del estado de Querétaro.

Y porque Tlaxcala le da el estandarte a don Atilano Aguilar, se le cuestiona al nieto en quinta generación del pionero de la danza conchera en la entidad, “sencillamente porque en aquella época era en Tlaxcala donde se realizaban todas las gestione, trámites y permisos de los indios que tenían que ver con el Bajío”, explica con sencillez.

Detrás de él en esta ancestral tradición, cuenta el General de la Mesa Central Chichimeca de Santiago de Querétaro inicia con son Atilano Aguilar seguido de Antonio y Petronilo (hijos de don Atilano), siguiendo Gervacia Ramírez (Nieta), continuando Margarito Aguilar Reséndiz, (papa de don Margarito Aguilar Hernández), hasta llegar a nuestros días con el multicitado conchero.

La charla con el General Margarito es amena y transcurre con fluidez, pese a su baja capacidad auditiva, que no impide que él abunde con claridad en la historia, anécdotas y vivencias de la tradición conchera.

Por ejemplo, tal vez poca gente sepa que en tiempos de la “guerra de los cristeros”, cuando el gobierno federal de Calles ordenó cerrar templos e iglesias católicas, también las capillas concheras de las mesas de danza fueron involucradas.

“A mi padre se le ordeno cubrir o tapar las imágenes de nuestra capilla, mi papá para no tener problemas cumplió con la orden, sólo que lo hizo con papel transparente (celofán), evitando así la los fieles dejaran de acudir a honrar a sus imágenes”. Fue una excelente forma de cumplir la orden del gobierno para no ser fusilado, pero a la vez no negar la exhibición de las veneradas imágenes. Esta acción de mi padre, resalta, hizo que otras capillas copiaran la forma de cubrir sus imágenes y por tanto no dejaran de ser visitadas por los fieles.

Otro dato relevante, pero a la vez poco difundido y lamentable, es la mostrenca determinación del clero católico, el de las altas esferas que han ordenado, incluso en la Basílica de Guadalupe, que los danzantes realicen sus bailes y ritos muy cerca de los atrios de templos católicos.

Con desconsuelo sincero resalta don Margarito Aguilar, esta reciente decisión de las altas esferas del clero católico han provocado que haya cierto retroceso en la tradición, además porque “le van restando la fe y al amor a las danzas concheras”.

A pregunta expresa sobre el cómo se sostiene una tradición tan costosa, económicamente hablando,(simplemente para poder dar de comer a cientos de concheros en cada fiesta, por ejemplo), el general de la Mesa Central Chichimeca explica que él desde muy joven trabajo como mecánico diesel y luego en la empresa Industria del Hierro como obrero y más tarde como supervisor, incluso por su carisma y sencillez tuvo funciones como representante sindical, cargo que quisieron sobernal para traicionar a sus compañeros; trabajos de donde pudo sacar adelante a su familia, todos sus hijos son profesionistas, y desde luego a su grupo de danza.

Don Margarito Aguilar Reséndiz,(qepd), su padre, que a su muerte en 1985 le deja en herencia el cargo de General de la Mesa Central Chichimeca de Santiago de Querétaro, también tuvo mucho que trabajar para sacar adelanta su familia y a la danza, trabajando a veces como albañil y “camotero”, sobre todo, vendiendo el rico camote de honor que se consumía mucho por aquellos tiempos. Horno que por cierto aún existe en la casa donde nacieron todos los Aguilar. Hoy únicamente utilizada como cuartel y capilla de la danza.

Con orgullo, también comenta que el mandatario estatal don Rafael Camacho Guzmán, y la Universidad Autónoma de Querétaro rindieron en vida un sincero homenaje de reconocimiento a su padre, don Margarito Aguilar Reséndiz como hombre de la gran tradición conchera y orgullo de Querétaro.

Cabe resaltar que la Mesa Central Chichimeca de Santiago de Querétaro, es una de las más numerosos de la tradición conchera de entre los 22 grupos de danza registrados en Querétaro, que este año al celebrase la versión número 146 de la Fiesta a la Santísima Cruz de los Milagros, gracias las “conquistas” y “palabras” que sostiene con amistades de diversos estados del país, incluso de Nueva York, EEUU, sumo entre 1000 y 1500 danzantes en su círculo de danza, que año con año el día 14 de septiembre se ubica casi frente al templo de la Merced.

Finalmente, don Margarito Aguilar Hernández deja testimonio de una agrupación responsable, disciplinada y muy respetable que ha sabido, desde siempre dejar el mando a sus herederos, sin discusiones, pleitos y divisiones familiares. El Capitán, Andrés Aguilar Sánchez es actualmente el General sustituto en gran apoyo a don Margarito, “hombre de tradición viva y ejemplar herencia conchera”. Gracias por las facilidades que nos brindó toda la familia.

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