Los tanques de gas de capacidad de 10 kilos, mejor conocidos como “marranitas”, que se usan más comúnmente en comercios de alimentos deben ser manejados con cuidado y estar a una distancia superior a 2 metros de la fuente de calor, además de que debe evitar exponerlos a la intemperie para evitar el calentamiento o una fuga, recomendó Diego Rosales, bombero y especialista en seguridad.
Dijo que incluso cuando se acude a rellenar este tipo de tanques (que van de 10 a 20 kilos) se recomienda no llenarlo al 100%, ya que mucha gente acostumbra pedir que se llene en base a la cantidad de dinero y no a la capacidad real del tanque.
“No se va a llenar al 100%, se le deja un margen del 85 al 90% de seguridad porque si le pega el sol se puede expandir y si no se le da un margen de seguridad se puede abrir la válvula de alivio para liberar presión y si encuentra una fuente de ignición se va a prender el gas, vamos a tener una fuga de gas con fuego vivo”.
Agregó que para usar un tanque lo primero que hay que revisar es que esté la zona esté libre de humedad, en una base o algo seco evitando que se moje o que esté a la intemperie, la corrosión puede provocar una fuga, “es importante que lo tengan bajo una sombra porque el gas LP cuando se calienta se expande y podemos tener una fuga porque se abre la válvula de alivio”.
En comercios de alimentos que comúnmente usan este tipo de tanques como taquerías o de comida rápida se recomienda revisar periódicamente las instalaciones de gas, mangueras, conexiones y evitar mover el tanque para revisar si cuenta con gas.
“Hay personas que para checar su nivel de gas lo voltean o lo manipulan, les recomiendo que si quieren saber el nivel del gas simplemente hay que mojarlo y donde se haga una marca de escarcha ahí está el nivel del tanque para que no lo manipulen”.
Recomendó a este tipo de comercios revisar las instalaciones del gas y mangueras por lo menos una vez cada seis meses y para las viviendas con tanque estacionario lo ideal es por lo menos cada 10 años.