Un total de 2 mil 736 jóvenes queretanos estuvieron presentes en la ceremonia del sorteo para el Servicio Militar Nacional (SMN), clase 2005 y remisos, una obligación cívica que, según testimonios recabados entre los sorteados, encuentra su motivación principal en las presiones familiares y las necesidades laborales.
En el Parque Querétaro 2000, se llevó a cabo la ceremonia del sorteo para el SMN, en el que cientos de jóvenes se hicieron presentes para dicha obligación cívica, acompañados de sus familiares, quienes estuvieron a la expectativa para obtener la bola negra o la bola blanca, dependiendo la suerte.
En su mayoría, estos jóvenes de 18 años son residentes del municipio de Querétaro, siendo muchos de ellos estudiantes de preparatoria y algunos a las puertas de iniciar sus estudios universitarios. Entre ellos, varios expresaron que su participación en este trámite no responde únicamente a un sentido de deber cívico, sino más bien a influencias familiares que los motivaron a llevar a cabo el proceso.
"Mi papá me estuvo dice y dice que hiciera mi servicio militar, que era obligatorio, según, y por eso vengo. Si por mí fuera ni estaría aquí, pero para que ya no me digan nada en la casa pues lo hago, que ojalá me toca bola negra, y si no, pues ya ni modo", refirió Adrián Vázquez Mendoza, proveniente de la colonia Lomas de San Pedrito Peñuelas.
Esta perspectiva fue compartida por varios jóvenes, quienes destacaron la insistencia de sus padres en que llevaran a cabo este proceso, el cual, según ellos, carece de sentido desde su punto de vista. Algunos sostienen la creencia de que el servicio militar es visto principalmente como una vía para obtener empleo, aunque cuestionan la necesidad real de esta conexión, argumentando que no es tan necesaria como se plantea.
"Mi mamá me estuvo insistiendo, que para el trabajo, que no sé qué, pero esto no sirve para obtener trabajo. Me imagino que antes sí; sólo ve una vacante y te piden todo menos el servicio. Los únicos que lo piden son los vigilantes, y yo no quiero ser vigilante. No le veo caso", mencionó Rafael Balderas, de la colonia Satélite.
Más allá de las presiones familiares, algunos jóvenes también contemplan el SMN como una oportunidad para el crecimiento personal y profesional. "Yo vine porque sí me interesa conocer esto, aún no sé qué quiero estudiar y me gustaría mucho integrarme al Ejército, estudiar ahí, por eso vine, para ver qué tal, cómo está, nunca he estado, más que en desfiles, viendo militares", expresó Kevin Rodríguez, joven de la colonia Venceremos.
Durante la ceremonia, el teniente coronel Helios Ulises Chávez, inspector del sorteo, recordó a los cientos de jóvenes reunidos la importancia del SMN y su origen, en el que destacó la relevancia de formar ciudadanos honestos y entregados a su nación.
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"En la Constitución de 1917 se espefica el Servicio Militar obligatorio, con el cual originalmente se buscaba tener ciudadanos adiestrados en la defensa de la nación. Actualmente, el contexto de nuestro mundo exige ciudadanos honestos, entregados a su nación, trabajadores y socialmente responsables".