En los últimos tres años, los municipios de la Sierra Gorda, especialmente Jalpan, han experimentado un aumento del 30% en los ataques de perros con dueño hacia la fauna silvestre local. Este fenómeno ha tenido un impacto significativo en la presencia de especies como tlacuaches y tigrillos.
La proliferación de estos ataques, que se ha intensificado en el periodo mencionado, plantea una seria amenaza para la biodiversidad de la zona. Específicamente, los tlacuaches y tigrillos, especies emblemáticas de la Sierra Gorda, se han visto especialmente afectadas por la presencia y agresividad de los perros domésticos.
El jefe del programa de Tierras Silvestres en Grupo Ecológico Sierra Gorda IAP, Roberto Pedraza Ruiz, destacó la relevancia de abordar un tema poco discutido: el creciente número de personas que visitan y viven en la región con perros. Esta situación, según sus palabras, es motivo de preocupación debido a la rica diversidad de especies animales presentes en la zona.
"La situación de los perros tiene tiempo sucediendo; ahora con la sequía más animalitos se arriman a las zonas pobladas y los perros los atacan, más fácil. Este es uno de los problemas que no se hablan, pero sí hay muchas afectaciones con los perros y los animalitos de la Sierra Gorda".
De acuerdo con expertos en conservación y biólogos locales, esta problemática está estrechamente vinculada al aumento de la población canina en la región, junto a la sequía, la cual provoca que los animales silvestres se acerquen a las zonas habitacionales en búsqueda de alimento, siendo presa fácil de los caninos.
"Se ha sabido de un incremento del 30% de casos de ataques de perros a la fauna", indicó Fernando Guzmán, biólogo de la Universidad Autónoma de Querétaro, quien ha trabajado sobre el tema de la biodiversidad en la zona serrana: "Es una situación que si bien no es problemática ahora, en que tengamos que alertarnos, sí se tiene qué atender, porque están afectando, pensando incluso en que luego se avistan pocas especies animales".
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Las consecuencias de estos ataques no se limitan únicamente a la reducción de las poblaciones de especies locales, sino que también amenazan el equilibrio ecológico de los ecosistemas de la Sierra Gorda. Los tlacuaches, por ejemplo, cumplen un papel fundamental en el control de plagas y la dispersión de semillas, mientras que los tigrillos contribuyen al control poblacional de otras especies.
Cabe señalar que en la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda existen animales como jaguarundis, margayes, ocelotes, gatos monteses, jaguares, pumas, venados, ardillas, entre otras especies de mamíferos, así como reptiles y aves.