De acuerdo con el especialista en neumología pediátrica, Juan Carlos Arredondo, es primordial llevar a cabo una prueba PCR para descartar contagios de Covid-19 en menores de edad, puesto que hay evidencias de que las variantes nuevas del virus afectan a este grupo poblacional; además, señaló que no recomienda a sus pacientes que regresen a clases presenciales el próximo 30 de agosto.
Sostuvo que las infecciones respiratorias, particularmente en esta época del año empiezan a repuntar, debido a las variaciones de clima que se perciben durante la etapa final del verano, pero recordó que no hay que perder de vista el contexto de la pandemia de Covid-19, por lo que “con este repunte que tenemos y considerando que los niños no están vacunados, así como que también ha habido muchas actividades que se han liberado como algunas escuelas, guarderías, ha habido un repunte en sintomatología respiratoria”.
Reconoció que el regreso a clases presenciales es una decisión complicada, para autoridades y para padres de familia, por lo que, su recomendación es que, de tener la posibilidad de continuar con las clases en modalidad virtual, lo hagan “y aquellas personas que no tengan esa opción, tendrán que extremar las medidas de precaución y asegurar que los niños, en la medida de lo posible, las sigan. En una población pediátrica es muy complicado, en su cabeza, ellos no tienen el concepto de lo que es una enfermedad como esta”.
Señaló que los síntomas típicos de las infecciones respiratorias comunes son muy susceptibles de confundirse con la presencia del SARS-CoV2, “los niños que van a guarderías ya de por sí se enferman frecuentemente, ahora son un foco donde tenemos que estar muy atentos, pues puede haber brotes tanto de los virus que ya existen, pero también de coronavirus”.
Afirmó que, aunque al momento pareciera ser que el desarrollo de la enfermedad es menos agresivo en los infantes, es necesario extremar las precauciones para evitar los contagios, puesto que, debido al confinamiento que se vivió el año pasado y a la suspensión de actividades presenciales para los niños, esto también ha implicado que aún se desconozcan muchos de los efectos a largo plazo después de su padecimiento en infantes.
“Sí ha habido también pacientes graves, sobre todo niños que tienen alguna comorbilidad; una de las comorbilidades que estamos asociando es el sobrepeso, que en la población mexicana es un tema importante pues puede cambiar la evolución leve a ser un poco más severa, con síntomas más intensos, detalló.
Refirió que en Estados Unidos ya se estudia la posibilidad de aplicar la vacuna de la farmacéutica Pfizer a partir de los seis meses de edad; también señaló que esta ya está aprobada para aplicarse en mayores de 12 años, por lo que probablemente en una etapa próxima se opte por inmunizar a población pediátrica.
Consideró que, aunque hay avances en la posibilidad de que los niños reciban una inmunización que los proteja, aún es algo lejano, puesto que “es una situación muy complicada, porque en nuestro país todavía falta mucha población por vacunar, confiamos en que lo más pronto posible se pueda completar el esquema de vacunación”
En cuanto al panorama que avizora para la reincorporación de actividades presenciales en las escuelas, narró: “cuando a mí me preguntan los papás de los pacientes, mi recomendación es que no asistan, (…) seguramente va a haber muchos contagios, el año pasado no había escuelas, no había interacción entre los niños, y ahora van a estar ávidos de interactuar con sus compañeros, va a ser muy complicado evitarlo y que sigan las medidas de distanciamientos social, lavado de manos y uso de cubrebocas todo el tiempo”.
Instó a la población a acudir a los servicios de salud ante “cualquier síntoma respiratorio nuevo o agudo en un paciente pediátrico, con sospecha, es indicador de coronavirus hasta que se demuestre lo contrario”, por lo que insistió en que para descartarlo o comprobarlo, es indispensable llevar a cabo una prueba de PCR y no de antígenos, puesto que la primera asegura un grado mucho mayor de exactitud.