La pandemia de Covid-19 no solo ha acarreado afectaciones físicas al personal de salud; muchos de estos, han enfrentado trastornos de ansiedad, cuadros de depresión, alteraciones del sueño y cambio en los hábitos alimenticios, así como síntomas de estrés post traumático, advirtió Mario Ortiz Amezola, psiquiatra en el nuevo Hospital General y encargado de programa de intervención en personal de salud durante la emergencia sanitaria.

De acuerdo con el especialista, con el incremento de casos, los compañeros que ahora laboran en el nuevo Hospital General, y que estuvieron atendiendo a pacientes en el Hospital Covid-19, al ver que podrían regresarlos a estas áreas, inclusive, pensaron en renunciar, principalmente, médicos internistas o personal de urgencias.

“Son personas que, muy probablemente tengan algún dato, algún síntoma de estrés post traumático, de trastorno de ansiedad y que aun así siguen trabajando acá, atendiendo a sus pacientes”, aseveró.

Subrayó que el personal médico se ve afectado por las personas que siguen sin protegerse, sin usar el cubrebocas y pensando que, con la vacunación, son invulnerables. “La falta de empatía es lo que creo nos pega mucho”, indicó.

El año pasado, antes de que se trasladaran al nuevo hospital, registraron 700 atenciones con el personal de salud; y aunque es difícil contabilizar la cantidad de atenciones, estimó que, al menos una persona diariamente del personal médico se acerca a buscar ayuda por síntomas relacionados con el agotamiento.

Señaló que, de manera general, la atención de salud mental ha incrementado entre un 20% y 30%.

“Muchos de ellos, a veces requieren tratamientos farmacológicos para atenuar un poco sus molestias; otros, tratamos de enseñarles alguna técnica para el manejo del estrés”, agregó.

Para el especialista, el estar en contacto con la muerte en un nivel donde nadie se imaginaba ha sido uno de los escenarios más drásticos a los que se ha enfrentado el personal médico; por lo que dijo, desde su área, se creó un programa de intervención en grupos pequeños para que los compañeros se expresaran, se identificaban riesgos y se enseñaban técnicas de manejo de estrés.

“Lo que hemos vivido en esta pandemia ha sido extremo. Nadie por muy rudo que sea se aguanta tanta tristeza, tanta desolación en un hospital y eso, invariablemente causa conflictos emocionales”, reconoció.

Recalcó que, actualmente, también se busca dar apoyo a los médicos residentes y becarios, quienes por sus condiciones de trabajo, son una población con un alto riesgo.