Calidad de vida es lo que profesionistas queretanos diseñan y fabrican para quienes por alguna lesión provocada por un accidente o cáncer benigno en cabeza o cuello padecen.
Se trata de prótesis de titanio que un pequeño grupo de ingenieros y licenciados, dirigidos por Raúl Moreno, trabajan en sus equipos de cómputo como máquinas de control numérico.
“Lo que hacemos es aplicar la tecnología que tenemos que viene de la industria automotriz, nosotros la conocemos como ingeniería inversa”, explica Raúl Moreno, director general de VISI Series México, una compañía con 18 años de creación que si bien tiene como columna vertebral la venta de software para diseño de moldes y troqueles, desde hace 13 años se ha involucrado en la parte médica.
Forman parte de un grupo interdisciplinario donde junto con cirujanos y oncólogos encabezados por el doctor Gilberto López ofrecen esperanzas de vida.
Se trata de la única empresa en Querétaro dedicada al diseño y fabricación de prótesis de cráneo y mandíbula superior e inferior.
Menciona que en México sólo hay dos empresas más dedicadas al tema de prótesis, pero “la diferencia es que nosotros tenemos el ciclo cerrado, nosotros no somos una compañía que trabaja solo en la parte de ingeniería, somos un grupo interdisciplinario donde existen cirujanos, oncólogos y aquí es donde radica la diferencia”.
Explica que “a partir de que se diagnostica el cáncer o lesión, nos envían una tomografía médica, nosotros convertimos ese formato en impresión digital, imprimimos el cráneo o lesión y a partir de ahí hacemos la ingeniería inversa y diseñamos la prótesis que se va a colocar en la mandíbula, una parte del pómulo o cráneo”.
Puntualiza que dependiendo del tamaño de la lesión los médicos cirujanos deciden qué tipo de material usar, aunque por lo general es titanio o algún polímero bio compatible con el cuerpo humano.
“Las prótesis o piezas que nosotros fabricamos son únicas, no hay fabricación en serie es un diseño a la medida para la lesión. Hemos participado en 17 casos”. Señala que el primero y que ha sido fundamental en este trabajo altruista, se trata de Issac, un joven que recibió un balazo en la cabeza que derivó en una lesión de una cuarta parte del cráneo y para salvarle la vida se colocó la prótesis que en ese momento se tuvo que mandar imprimir a Estados Unidos.
Hoy ya se trabaja con el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi), que hace dos años compró un equipo para imprimir titanio y se está en proceso de realizar aquí la impresión, declara entusiasta ante la oportunidad que representa en tiempo y dinero.
Raúl Moreno informó que como empresa no se cobra el diseño ni la ingeniería de la prótesis, el paciente solventa el costo de la impresión 3D que se realiza en el extranjero, pero que precisamente con el trabajo coordinado con el Cidesi se busca disminuir hasta en un 40% el costo, que hoy es de 3 mil 500 a 5 mil dólares.
En el caso de personas que no tienen el recurso económico se apoya con colectas que este mismo grupo se encarga de realizar en diferentes instancias , entre ellas, instituciones universitarias aquí establecidas.
Actualmente una prótesis incluyendo cirugía y hospitalización en el mercado tiene un costo entre 800 mil y 1.5 millones de pesos. Un procedimiento bastante caro y que no está al alcance de la gran mayoría de la población, expone.