Miles de fieles se congregaron en La Cañada, para participar enla representación ininterrumpida número 55 del ViacrucisViviente, con la que se conmemora la “Pasión y muerte deCristo”, en la que participan 120 actores, más organizadores ypersonal de apoyo.
Las actividades se programaron para iniciar a las 11 de lamañana, pero desde las diez ya había decenas de familias en laplaza e iglesia de San Pedro, la avenida Emiliano Zapata, eincluso, algunos se adelantan al cerro del Bautisterio, ansiosospor tener la mejor vista en la conmemoración.
El impávido sol no desmotiva a las familias que se congreganpara presenciar los juicios, que inician en la “casa de Anás”,dónde Jesús es humillado, vendado de los ojos y ridiculizado,sólo un sacerdote pide por él, pero únicamente provoca quecrezcan las burlas. Jesús evade crueles interrogatorios, en losque incluso se le exige saber el número exacto de discípulos quelo siguen, pero al no tener acusaciones en su contra y ante lasexigencias de sacerdotes de matarlo, es enviado con Caifás.
En ese momento, la plaza ya se encuentra repleta de personas quequieren ser partícipes de la representación, mientras que a unascuantas observan los hechos desde la pantalla gigante afuera deltemplo y otros tantos, aprovechan para orar o pedir un ramo demanzanilla bendita, que regalan adentro.
Mientras tanto, Jesús llega a “la casa de Caifas”, donderecibe burlas, se le acusa de loco, un sacerdote pide que selibere al inocente, pero son más los que exigen un castigo, todoocurre dentro de una plaza que se sumerge en el silencio, casitotal, pero, entre la muchedumbre, unas señoras reconocen a Pedrocomo discípulo de Jesús, quien, al ver el tormento de su maestrolo niega, y vuelve a hacer otras dos veces, hasta que lograperderse entre la multitud, lo que contrasta con el arrepentimientode uno de los sacerdotes, quien de rodillas suplica el perdón del“redentor”, pues sus súplicas de nada sirven parasalvarlo.
Judas Iscariote entra corriendo al juzgado, esperanzado ensalvar a Jesús si regresa 30 monedas de oro que le dieron portraicionarlo, pero todo es en vano, sólo hace que crezcan lasburlas y arrepentido, sale corriendo, pensando que no habrá paraél salvación.
El calor crece, al igual que la multitud, que ya llena la plazacuando Jesús es enviado a casa de Poncio Piloto, pero antes deél, los verdugos practican sus latigazos con dos ladrones queacaban de ser detenidos. Ante la alta temperatura, varios se niegana bajar sus sombrillas, pese a los constantes llamados que se leshacen para hacerlo.
Pilato, aconsejado por Claudia, no sentencia a Jesús, pero loenvía a Herodes, quien teme hacer algo en contra del“mesías”, pues recuerda que hace 33 años, justo el día queel acusado nació, fueron asesinados cientos de niños, para evitaruna profecía salvadora, por lo que remite nuevamente el caso aPilato.
El sol es cada vez más fuerte, por lo que asistentes serefugien en la ya vacía “casa de Anas", hasta llenarla mientras tanto Jesús es presentado ante Herodes, quien recuerdaque justo hace 33 años, la edad del acusado, ocurrió el asesinatode recién nacidos, para evitar la profecía de un "mesías".
Los golpes que recibe Jesús hacen que una joven espectadora selamente, gritando, “es real”, mientras otra señora, cercana alescenario, llora la desventura de Jesús y un par de jóvenesríen, afirmando que la escena da lugar a crear un “meme”.
Para evitar crucificar al inocente, Pilato ordena que seaazotado, pero los sacerdotes y fariseos sólo calmarán su sed desangre cuando sea arrancada la vida de Jesús, a lo que Pilatoaccede, pues deja que ellos sean los que decidan y lamenta no poderdar marcha atrás, esto al ser llamado cobarde por Claudia.
La procesión es acompañada, en todo momento, por el párrocode San Pedro, Sergio Martínez Duarte, quien hace una pausa parapedir que la representación sirva a los presentes para recordarque Jesús no quería sufrir, pero sí anhelaba salvarnos.
Comienza el recorrido de Jesús rumbo al Calvario, representadopor el cerro del Bautisterio, recorrido que a su dañado cuerpo leimplica andar un kilómetro 800, cargando una cruz de 85 kilos.
El camino en la calle Emiliano Zapata está llena de fieles, porlo que les abren paso una patrulla y tras motocicletas policiacasque se detienen para que María, madre de Jesús, pueda llegarhasta él y llorar su pena. Al proseguir, de un mezquite cuelgaJudas, quien no pudo más con su pena y se encuentrabalanceándose, claro, de un arnés que lo rodea desde laespalda.
Cirineo, es obligado a tirar su leña y ayudar a Jesús a cargarla cruz, para garantizar que llegue vivo al Calvario, más adelanteJesús vuelve a su tormento, y vuelve a caerse por terceraocasión, y uno de quienes actúan de verdugos se acerca apreguntarle, al oído, si puede proseguir.
En su camino se encuentra con Verónica, quien le limpia lafrente, le siguen unas mujeres piadosas, quienes oran por él y aese dolor emocional le sigue un nuevo físico, pues debe subiralrededor de 100 escalones, antes de llegar al cerro delBautisterio.
Ante un calor abrazador sufre la tercera caída, pero se reponey llega a la punta del cerro en que es crucificado, junto con Dimasy Gestas, ante quienes grita sus últimas palabras de vida.
Miles quieren llegar hasta la representación, la mayoría ensilencio, aunque dos señoras no dudan en increpar a losorganizadores, pues desean tener una foto de Jesús en la Cruz y alno lograrlo, recurren a los insultos, por lo que uno de losorganizadores se acerca para pedir el celular y tomarle la ansiadaimagen, pero se lo regresa sin lograrlo, pues la memoria delaparato está llena, a lo que las señoras sólo ríen.
La representación 123 del Viacrucis termina con un llamado parasiempre tener presente el suplicio que realizó Jesús parasalvarnos y analizar si nosotros le correspondemos, exhorto tras elcual, se disipa la gente, dejando al cerro, casi en soledad, sólocon la presencia de los actores, quienes siguen en papel.
