“Quisiera que entendieran que quiero misericordia y no sacrificios” fue el eje rector en la homilía del día número 15 de peregrinación al Tepeyac; a tan sólo unos pasos de que la Romería Guadalupana cumpla su cometido.
Para explicar las dos palabras, el padre dijo que misericordia tiene que ver con el corazón y el perdón de corazón; se tiene que ser misericordiosos con el prójimo en general.
“Practicar la misericordia es cuando vez que el otro, tuvo un error y tú le dices levántate y seguimos adelante, esa es la misericordia, más no estar buscando culpable por lo que me está pasando a mí”.
En cuanto al sacrificio explicó que existen dos tipos: el sacrificio de alguien mismo y el otro es sacrificar al otro, que este último es que el que más rechaza Dios, porque no quiere que una persona sacrifique a otra.
“En la actualidad pudiéramos pensar que no hay sacrificios humanos, crecimos en medio de una cultura en donde nuestros antepasados hacían sacrificios humanos, como se ve en algunas películas, sin embargo, les pregunto: ¿En la actualidad hay sacrificios humanos? Sí, si los hay, cuando sacrificamos al compadre del trabajo y decimos que me vea bien el patrón yo las estoy haciendo bien”.
Asimismo, les habló a los peregrinos sobre la conformación de pequeñas comunidades que tiene que hacer cuatro cosas básicas: orar, escuchar la palabra de Dios, compartir la vida y hace algo por la comunidad.
“Estos cuatro pasos es una pequeña comunidad y ese es el reto que les propongo el día de hoy, invitarlos a todos, en especial a coordinadores de grupo que nos ayuden con un joven que se vuelva el contacto con nosotros para dar seguimiento, de tal manera que de esta peregrinación surjan pequeñas comunidades de peregrinos y misioneros”