Sobre la calle Marte se edifican departamentos y locales comerciales. Desde temprano colocaron la cruz en lo alto del edificio, más de 80 trabajadores realizan las obras mientras en el estacionamiento Erick, el encargado de la obra da las últimas instrucciones a la señora Lupita para esperar a que el arroz esté listo.
Improvisan un hoyo para preparar barbacoa, a las tres de la tarde ya todos bajarán y empezarán a comer y dar gracias, será medio día libre y dedicado a dar gracias.
“Es una tradición, les pedimos que continuemos trabajando, ya después comeremos y brindaremos para seguirle dando”.
Mientras en otro punto de la ciudad se erige una importante obra, Barrio Santiago, donde más de 500 trabajadores de la construcción laboran constantemente, hay especialistas de todo, plomería, albañilería, estructuras y armado; todos presentan una cruz de manera respetuoso al altar que se instaló para oficiar misa y posteriormente compartir los alimentos.
Verdaderas obras de arte que se realizaron con alambres y tuberías sobrantes, son más de ocho cruces que se colocan el altar para ser bendecidas, los albañiles las muestran orgullosos, una incluso, hasta recrea el acueducto que pasa frente a la obra.
Desde los fierreros que hacen las estructuras, carpinteros, plomeros, albañiles, todos los grupos de las diversas áreas de la obra presentan sus cruces, se colocarán y se mantendrán en los diversos puntos de este complejo.
Llega el medio día y el menú está listo; carnitas, arroz rojo, refrescos, algunas cervezas y a seguir dándole, una obra de este tamaño no puede parar el avance, pero la fecha tampoco puede pasar desapercibida.