La autoexploración y las revisiones periódicas pueden ser pasos elementales para diagnosticar en etapas tempranas el cáncer de mama; padecimiento definido como el crecimiento anormal de las células, que se reproducen más rápido de lo normal y se extienden a otras partes del cuerpo.
En el último año, según los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), delegación Querétaro, se diagnosticaron 125 casos de cáncer de mama; y la Secretaria de Salud del Estado (SESEQ), de enero a agosto, reportó 108.
Eduardo Paredes Hernández, cirujano oncólogo y responsable del módulo de atención de pacientes con tumores mamarios en la Unidad de Atención Médica Ambulatoria del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explica que el cáncer de mama empieza como “una bolita” en la glándula mamaria.
En una etapa temprana, explica la especialista María Adriana Ramírez Lozano, directora de la Unidad de Especialidades Médicas de Detección y Diagnóstico de Cáncer de Mama (UNEME), perteneciente a la SESEQ, la lesión en la mama no ha abarcado mucho tejido; sin embargo en la etapa dos, éstas pueden tener más de dos milímetros de tamaño y en las etapas posteriores, comienza a extenderse a otras partes del cuerpo.
“Una mujer que no se explora, identifica las bolitas hasta que alcanzan un tamaño de más de dos centímetros. ¿Cuál es la diferencia? La etapa en la que se establece el diagnóstico (y nos indica) no sólo el tipo de tratamiento que va a recibir la paciente, sino el pronóstico”, alerta Paredes Hernández.
VENCER MITOS
“Hay un montan de mitos” sobre el cáncer de mama, enfatiza Paredes Hernández, quien desmiente creencias como el uso del celular, cocinar en microondas, depilarse o rasurarse las axilas o usar el desodorante.
“Todo eso es mentira”, señala.
Sin embargo, advierte que es un factor de riesgo incrementado en ciertos pacientes, el consumo de algunos alimentos trasformados para aprovecharse que aumentan la producción de ciertas hormonas. Indica que otros factores, como los tratamientos de hormonas, incrementa 0.3 veces el riesgo de desarrollar cáncer, que “estadísticamente no es significativo”.
“Los factores de riesgo es algo que aumenta la posibilidad de que algo suceda, pero no te obliga a que eso te pase”, indica.
Ramírez Lozano explica que dentro de los factores de riesgo, se encuentran los antecedentes hereditarios directos en familiares con cáncer de mama, además del tabaquismo, obesidad o el consumo de alcohol.
Los especialistas recomiendan, para detectar el cáncer, la autoexploración a partir de que se inicia el ciclo menstrual, de forma periódica cada mes o dos meses y de detectar un cambio en la piel o secreción en el pezón, acudir al médico.
“Tenemos que conocer nuestro cuerpo. Tenemos que explorarnos, ambos sexos periódicamente”, señala Paredes Hernández.
De acuerdo con los datos de la SESEQ, en el 2018 se detectaron 153 casos de cáncer de mama; mientras que en el 2017, 174.
Paredes Hernández explica que, en promedio, la mitad de las pacientes de cáncer de mama, se diagnosticaron entre los 40 y los 60 años; en tanto, una tercera parte se identificó en menores de 40 y una de cada 10, en mayores de 70 años.
“Desgraciadamente, si hemos tenido ahora más casos. Ha aumentado el número de casos, pero yo creo que es también porque hemos tenido más personas que se acercan a hacerse sus estudios (...) Ojalá pudiéramos irlo disminuyendo, pero va a ir con base a que nosotros empecemos a fomentar que las personas acudan a realizarse sus estudios”, apunta Ramírez Lozano.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el marco del día mundial contra el cáncer conmemorado el cuatro de febrero, reveló que en el 2016, se observaron 16 defunciones por cáncer de mama de cada 100 mil mujeres de 20 años y más.
De acuerdo con los datos del IMSS, 60 personas fallecieron en Querétaro de junio del 2018 a junio del 2019, por esta enfermedad y de enero a agosto del 2019, la UNEME reportó 61 defunciones.
“Eso está directamente relacionado a las etapas en las que estaban siendo diagnosticadas”, señala Paredes Hernández, al recalcar la importancia de conocer nuestro cuerpo, explorarnos y acudir periódicamente a que nos vea un médico.
“Lo primero que necesitamos es crear conciencia en la población (…) No hemos logrado conseguir que las pacientes acudan por sí solas”, alerta.
En tanto, Ramírez Lozano enfatiza que este año, se han realizado 10 mil 372 mastografías y se han diagnosticado como positivos a 108 personas.
“Que nos quitemos todos esos miedos, todos esos tabúes que algunas personas llegan a tener. Que seamos un poquito más abiertas, a que estas enfermedades existen, pero ahora tenemos con qué diagnosticarlas tempranamente (…) (El cáncer) se cura, siempre y cuando nosotros lleguemos en las etapas tempranas”, sostiene.