Muñecas indígenas se consolidan como artesanía de exportación

Redacción

  · miércoles 4 de enero de 2017

El Cedai cuenta con un museo dedicado a ese producto artesanal indígena.

Las muñecas confeccionadas por mujeres otomíes de Querétarosiguen siendo un juguete muy apreciado en las comunidadesindígenas, pero también se han consolidado como una artesaníaestatal de gran impacto nacional e internacional.

Las muñecas otomíes no sólo son un juguete para las niñasindígenas, sino una artesanía que refleja tradición,idiosincrasia, Cultura y raíces, lo cual le ha valido contar conun museo en la capital queretana y un festival anual en sumunicipio de origen, Amealco.

Doña Severa, septuagenaria artesana de San Ildefonso, municipiode Amealco, refirió que las muñecas todavía son muy apreciadaspor las niñas indígenas para jugar en sus ratos libres.

Mencionó que las niñas de San Ildefonso y de otras comunidadesindígenas de la jurisdiccional de Amealco todavía tienen muyarraigada la costumbre de jugar con esas muñecas, que sonconfeccionadas con tela de popelina y coloridos listones.

"Las niñas juegan a la comidita, a la doctora, a los esposos,siempre junto con su muñeca otomí, esa no la sueltan, es parte deellas", explicó la artesana, quien ofrece sus productos en elCentro de Desarrollo Artesanal Indígena (Cedai).

Doña Severa agregó que aunque hay otros juguetes que llegan aaquellas comunidades, las niñas amealcenses prefieren las muñecasartesanales dado que a su decir, guardan parte de la culturaindígena.

La artesana otomí mencionó que las muñecas más pequeñas quese venden en el Cedai tienen un costo aproximado de 40 pesos,mientras que las más grandes alcanzan los 100 pesos.

"Una muñeca chica la hacemos en uno o dos días, pero unagrande nos lleva cinco o seis días, según cómo andemos detrabajo", aseguró Doña Severa, quien recordó que desde niña seha dedicado a la artesanía.

En cuanto al material utilizado para la confección de lasmuñecas, indicó que se utiliza tela de popelina dado su bajocosto, además de listones de diversos colores, que son lacaracterística esencial del apreciado producto.

En noviembre de 2016 se llevó a cabo el Cuarto FestivalNacional de la Muñeca Indígena, con la participación de más de200 artesanos de 18 estados del país.

Precisamente para mantener intacto el valor de la muñecaindígena, el Cedai cuenta con un museo dedicado a ese productoartesanal indígena.

En ese espacio se menciona que el juego es una forma de conocery aprender los conceptos, las prácticas y los roles que unacomunidad, desde su propia cultura, espera de cada uno de susintegrantes.

"Las mujeres indígenas visten a sus muñecas con las prendas yaccesorios que ellas mismas utilizan cotidianamente o con el trajede gala para las fiestas", se señala.

De esa manera se transmite a las niñas la memoria de lastradiciones textiles, del gusto en el vestido y de los diseños quedistinguen a su comunidad.

Además, las muñecas indígenas se han convertido en un objetode colección, sobre todo para los extranjeros, lo cual permite asus autoras dar a conocer su obra más allá de las fronterasnacionales.

Al confeccionar y vestir una muñeca, están presentes tambiénnociones sobre el cuerpo humano, roles de género y la estructurasocial de las comunidades indígenas.

Incluso, en abril de 2016 el antropólogo Román Sauza Lópezpresentó a Xahni, una muñeca bilingüe que cuenta con undispositivo electrónico que reproduce siete frases en español yen otomí.

En su momento, el antropólogo egresado de la UniversidadAutónoma de Querétaro (UAQ) señaló que el objetivo de Xahni escoadyuvar a rescatar las lenguas y culturas indígenas en México,especialmente el otomí o hña hilo de Santiago Mexquititlán,municipio de Amealco.

"Las muñecas son como un retrato de nosotras mismas, connuestras características culturales y sociales", aseguróvisiblemente orgullosa Doña Severa.