Querétaro desarrolla el nano satélite K’oto (chapulín, en otomí), el cual se pretende lanzar a la órbita desde la Estación Espacial Internacional en Japón, a 300 kilómetros de altitud a mediados del próximo año.
El proyecto está a cargo investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, Campos Juriquilla, y del Gobierno del estado a través de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, que apoya con el recurso financiero por 5 millones 960 mil pesos del programa Estatal para el Desarrollo de Tecnología e Innovación (Pedeti).
La UNAM aportará la gestión técnica del proyecto que involucra recursos humanos y técnicos al contar con el Laboratorio Nacional de Ingeniería Espacial y Automotriz, único en el país que cuenta con la última generación para la realización de pruebas y pre certificación espacial y que se alberga en la Unidad de Alta Tecnología.
En este nano satélite colabora también el Instituto Tecnológico de Kyushu de Japón, y participan entre 10 y 12 alumnos de la UAQ, ITQ, UNITEC, UNAM y la Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui.
“El objetivo general es desarrollar un sistema de percepción remota que permita adquirir imágenes de baja y media resolución del territorio mexicano contribuyendo al desarrollo tecnológico del país y por tanto su independencia tecnológica, así como la formación de recursos humanos especializados en el área aeroespacial en México”, explicó el secretario de Desarrollo Sustentable, Marco Antonio del Prete Tercero.
Por su parte, Rafael Chávez Moreno, responsable técnico del proyecto K’oto, detalló que desde inicios del 2020 se viene trabajando en el nano satélite con una dimensión de 10 X 10 X10 centímetros, paneles desplegables y un peso menor a 1.3 kilogramos.
Este tipo de satélites tienen un promedio de vida en la órbita de tres hasta nueve meses y la ventaja de este periodo es que no fomenta la basura espacial, “ya que al tener un periodo de vida corto entra a la atmósfera y al regreso se desintegra”.
El proyecto, además de desarrollar capacidades de percepción remota con recurso humano altamente especializado, busca contribuir con la disminución de la brecha tecnológica.
Chávez Moreno y el secretario general de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Gerardo Ruíz Solorio, expusieron que inicialmente se contemplaba su lanzamiento este año pero por factores como la emergencia sanitaria por Covid-19 se ha aplazado, aunque la intención es que esto pueda suceder el año próximo.
Ruiz también destacó el desarrollo que ha mostrado la industria aeronáutica en Querétaro, y dijo que hoy lo que se busca es pasar de una industria de manufactura a una industria de investigación y desarrollo.
En su intervención el secretario de Desarrollo Sustentable, refirió que la Industria aeroespacial es un sector en constante evolución y transformación, una industria globalizada diversa y dinámica, y agregó, que hoy México cuenta con una plataforma de manufactura avanzada consolidada como resultado de los programa de atracción e integración de industrias mexicanas a los principales corredores de manufactura de América del norte y Querétaro es un ejemplo con el consorcio de manufactura aditiva el más grande de América Latina.
“En Querétaro se cuenta con especialistas en áreas como materiales avanzados y programas académicos en el campo aeronáutico y áreas afines”, aseveró el funcionario.
