Es importante que los jóvenes sean escuchados por los adultos, para transformar la sociedad que se ha invadido por la tecnología y la violencia, indicó el obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, durante su participación en el evento Alianza por la Paz.
“Yo considero que hace falta que los adultos nos sentemos a dialogar con los jóvenes y escucharlos. Ellos son los protagonistas de este mundo nuevo que va emergiendo y de esa cultura que está apareciendo. Creo que tienen la capacidad de poner los valores que necesita el mundo para vivir en paz”,
El obispo puso como ejemplo que las nuevas generaciones tienen aspiraciones e ideales, y cosas que no han podido expresar, al argumentar que con frecuencia los adultos no los escuchan ni les dan importancia a sus propuestas.
Precisó que las nuevas generaciones tienen en sus manos el futuro de los pueblos.
Con relación a su discurso en el evento “Alianza por la Paz”, el obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, afirmó que la paz se construye todos los días y que es el anhelo de todas las personas.
“La paz es el anhelo de todos los seres humanos, y se construye todos los días. Se requiere una firme y cuidadosa educación y con la práctica la justicia. De otra manera, siempre pondremos la paz en peligro”, agregó.
En la reunión realizada en el Instituto La Paz se presentó la conferencia “Construyendo una Cultura para la Paz”, por parte de Gilberto Lenin Torres Lázaro, quien aseguró que para lograr una integración social es importante trabajar con las familias, en las escuelas, gobiernos y en la comunidad, esto a partir de la pedagogía.
Resaltó la labor que debe seguirse para la reconstrucción del tejido social y construir una realidad para generar mejores perspectivas de trabajo.
El ponente puntualizó que debe descartarse el uso de la violencia para solucionar conflictos, lo cual debe realizarse desde el diálogo y otros valores como la solidaridad y el buen trato.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Dijo que se debe analizar por qué la gente ha dejado de creer en las instituciones, como pueden ser gobiernos e incluso iglesias, lo cual desde su punto de vista debilita la democracia en los pueblos.
“Es importante desarrollar diversas metodologías para mejorar la convivencia, mediante el fortalecimiento de una identidad vinculante”, comentó Torres Lázaro.