El obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, afirmó que ni la pandemia ni la violencia pueden detener el rumbo para cumplir con esta Peregrinación en su edición 61, que tiene como destino final la Basílica de Guadalupe.
El contingente de mujeres que partió este viernes escuchó con ánimo y atención las palabras del sacerdote durante su homilía.
“Caminemos como hermanas al encuentro de nuestra madre amorosa, para que regresemos sin demora, sin asco y sin miedo a muestras familias y comunidades”, expresó.
El obispo mencionó el poder transformador y la amistad social que tanto se necesitan en estos tiempos de pospandemia, marcados por la crisis antropología cultural marcada por la inseguridad y la violencia en el país.
“Por eso, sin Dios, sin Jesús, sin nuestra Guadalupana, a esta iglesia peregrina le faltarían la alegría, la luz y la armonía”, afirmó el representante de la Iglesia Católica en el estado de Querétaro.
Agregó que la meta es “llegar a la casita sagrada “, al señalar que las mujeres peregrinas no han podido detenerse al haber nacido con la necesidad de caminar.
“Esta peregrinación nos ayudará a encontrarnos con lo que realmente somos: hermanos”, comentó Fidencio López Plaza durante su mensaje de homilía en la Ermita de Neblinas.
De esta manera, afirmó, estas son palabras que se necesita escuchar y aplicar con urgencia en este país agobiado por la persecución y la violencia.
“Son dos palabras que escucharán de modo intensivo a lo largo de quince días. Hermanas peregrinas, son dos palabras que contienen el sueño de Jesús… que nos miremos como hermanos y que caminemos juntos en la misma dirección”, argumentó el obispo de Querétaro.
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Expresó que por esa razón, en este camino emprendido se tendrá la palabra de Dios para poder continuar con la meta de “llegar a la casita sagrada”.
