El obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez lamentó la ausencia de autoridad que permitió el asesinato de dos hombres que transitaban por un municipio de Puebla, hecho que se viralizó tanto para cometerlo como mientras se ejecutaba, por lo que llamó a que el peso de la ley caiga en los responsables.
Estimó que la ausencia de autoridad fue el factor que propició los hechos violentos que costaron la vida de dos personas inocentes y que ninguna entidad puede ser proclamada como exenta de que pueda replicarse en ella acontecimientos similares. Esto al ser interrogado sobre si se trata de hechos que no podrían replicarse en Querétaro.
“Creo que nadie está exento cuando no hay una ley institucional que prevenga estos delitos, entonces, creo que, más bien, tenemos que exhortar a las autoridades a que estén atentas a prevenir estas situaciones donde haya personas que… se hagan justicia de propia mano… (También es un delito llamar a través de las redes a agredir) a gente que ni siquiera tienen seguridad de que ha cometido algún delito, y aunque lo hubiera cometido, repito, hay instancias en un mundo civilizado para hacer procedimientos que lleven a comprobar la culpabilidad de alguien sin embargo, este trasfondo de corrupción hace que mucha gente no tenga credibilidad”.
Enfatizó que nadie debe atentar contra la dignidad de persona alguna (niños o adultos) y que no existe quien tenga derecho de arrancar una vida, sin importar que se trate de una persona inocente o culpable. En este punto resaltó que, de acuerdo a las versiones, los responsables de garantizar la seguridad se encontraban cerca de los afectados, sin que adoptaran las medidas de resguardo pertinentes.
“Lamentablemente esto sucedió, las autoridades en todos lados para eso están, son para prevenir, no solamente para actuar en los momentos de delito… Creo que es indignante y, sobre todo lastimoso ver a la familia como una turba de personas asesina a su esposo o a su hijo y nadie hace nada, eso es una barbarie… Si eran inocentes, creo que se agrava más la situación por quienes lo juzgaron y creo que debe caer el peso de la Ley sobre quienes hicieron esto”.
ELIMINAR SENTIMIENTOS HIPÓCRITAS
En su homilía, el jerarca urgió a la grey a eliminar del corazón los sentimientos hipócritas, toda vez que es ahí donde se generan tanto las emociones más puras, como las de más grande maldad.
Urgió a expulsar de los corazones odio, soberbia y, sobre todo, la hipocresía, toda vez que un corazón libre permite a su dueño alcanzar el amor, con la capacidad propia de quien lleva a Dios en el corazón.
Invitó a las familias a analizar que al alcanzar esa meta, deben difundirla al resto de la humanidad, pues no pueden quedarse a Dios como si se tratase de un monopolio y sí deben trabajar para que albergarlo en los corazones sea un hábito para la sociedad.
APOYO A SEMINARISTAS MAYORES DE 30
Durante la ceremonia también se pidió apoyo para el Seminario de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe, en el Estado de México.
Integrantes de dicho seminario distribuyeron entre los fieles un sobre para colocar limosna orientada a respaldar sus estudios, los seminaristas iniciaron los estudios en la vida adulta, incluso después de que ya contaban con una carrera.
En el sobre se hacía el llamado a reflexionar que el apoyo monetario ayudaría a que sacerdotes pudieran prepararse y acudir a ayudar a las zonas de las Diócesis más necesitadas del país. Igualmente se proporcionaba el correo semicris@gmail.com, para quienes deseasen un contacto directo con el seminario.
Al respecto, el obispo resaltó que son contados los casos de quienes desean formarse en el seminario para las vocaciones adultas, pero que las Diócesis trabajan para darles las mismas oportunidades, toda vez que deben cumplir con la misma formación que se exige a los seminaristas jóvenes.
“Ellos tienen que tener una oportunidad, porque el proceso de un jovencito que sale de la prepa, a un joven experimentado con un trabajo, con una profesión, tiene que ser diferente, por eso se ha creado este seminario… en la Ciudad de Texcoco, para albergar a estas vocaciones tardías o adultas… Tiene muchos años, tiene muchas décadas… Serán siete años (los que deben prepararse)”.