La iniciativa de objeción de conciencia, que presentó la diputada Elsa Méndez de Encuentro Social (PES) en el Congreso de Querétaro, de ir en los mismos términos que la propuesta aprobada en Nuevo León, dará armas legales a los médicos que se nieguen a realizar procedimientos como aborto, eutanasia y los cambios de sexo en hospitales privados.
Así lo explicó Juan Carlos Leal, diputado local con licencia en Nuevo León, quien impulsó dicha propuesta en esa entidad y quien hace unos días visitó Querétaro para anunciar la integración de Méndez al PES.
De acuerdo con Leal, la iniciativa impulsada en Nuevo León homologó la legislación local con la Ley General de Salud para dar cumplimiento a uno de los transitorios; sin embargo, aseveró que no atenta contra grupos vulnerables, ya que al existir una urgencia médica, no es válida la objeción de conciencia.
“Lo que estamos haciendo con objeción de conciencia es que estamos dando armas legales a los médicos que están en contra de practicar ciertos procedimientos como aborto y eutanasia”, declaró.
Abundó que el dictamen aprobado en Nuevo León, no especificó los procedimientos médicos en los que podría aplicarse la objeción de conciencia, para dejarla abierta a otros que no quiera realizar el médico.
Descartó que la objeción de conciencia pueda aplicarse en transfusiones sanguíneas, sin embargo, precisó que sí permitiría que en hospitales particulares, los médicos puedan abstenerse de realizar operaciones de cambio de sexo, como una vaginoplastia.
“Un cambio de sexo en una persona es un procedimiento que tiene un costo, no es gratuito; entonces en el sector público ese procedimiento no aplica, pero en el particular, si no lo quiere hacer, no lo va a hacer”, puntualizó.
Esta iniciativa fue criticada por organizaciones civiles al considerar que atenta contra grupos vulnerables; hace algunas semanas se dio a conocer que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) presentó una acción de inconstitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desde el 2018, al señalar que con esta figura se abre la puerta a actos discriminatorios.