Cada primer domingo del mes, fieles arriban al templo de Santa Clara con una sola idea: comprar una despensa y ofrendarla en el altar para aquellos que viven en la calle.
Reyna, una de las responsables de vender las bolsas, explicó que el párroco, Francisco Gavidia, cada primer domingo del mes destina las limosnas a comprar bolsas de despensa, con los alimentos que se ocuparán durante ese periodo para alimentar a las 150 personas necesitadas que llegan diariamente en busca de comida.
Se vendan o no las despensas, los alimentos se entregan a quien regala mano de obra para prepararlos y así dar gratuitamente agua fresca y alimentos calientes a aquellos que, por cualquier circunstancia, se ven obligados a pernoctar en las calles.
Cada despensa se ofrece por 50 pesos, con un kilo de frijol, arroz, azúcar y un aceite; la gente, al llegar al templo, se encuentra con que cada domingo del mes puede tomar una de esas despensas y ponerlos ante el altar, en lugar de dar limosna.
Invitó a los interesados en apoyar esa labor permanente del templo, a que acudan a misa el primer domingo de cada mes, cuando las mesas se establecen desde las 9:30 horas hasta las 15:00 horas.
Por último resaltó que no en todas las campañas existe el mismo respaldo de la población, pues en algunos se tiene alta respuesta y en otros se tiene una menor actividad, no obstante, remarcó, todos los días se entrega comida a quienes, por su situación vulnerable, deben buscar respaldo del comedor parroquial.