En entrevista con el coordinador de la unidad anticorrupción de la Oficina de las Naciones Unidas (ONU) contra la Droga y el Delito, Carlos Hernández, dijo que la corrupción no se puede medir, sin embargo desde la organización internacional y en conjunto el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), organizaciones empresariales y cámaras están trabajando en un código de ética modelo.
“Estamos desarrollando herramientas como un código de ética modelo y protocolo de análisis dirigido a las pequeña y mediana empresa para que realmente materialicen la integridad corporativa que hoy se establece en la Ley General de responsabilidades administrativas y en este sistema las empresas serán sancionadas en caso de que comentan algún acto de corrupción”
Carlos Hernández, señalo que si bien la ONU no cuenta con datos estadísticos en materia de corrupción, la percepción si puede ser medida y en México es algo que se trabaja desde el área centro de excelencia, donde los expertos de la oficina en Viena y México trabajan en un manual que será compartido a todos los estados miembros de la ONU de cómo medir el soborno.
“Desde la Oficina contra la Droga y el Delito hacemos acciones a través de diferentes actores porque es un fenómenos multidimensional que requiere la corresponsabilidad no sólo de un actor sino de diferentes”.
Entre otras acciones, Carlos Hernández compartió que desde la unidad anticorrupción en la que es integrante, también está la “Convención de Mérida” celebrada en este mismo estado, donde se busca que a través de programas y proyectos dirigidos a la asistencia técnica se puedan cumplir con principios que la convención establece.
“Durante la convención trabajamos en la reforma del sistema nacional anticorrupción a nivel nacional y uno de los elementos de principios internacionales que establecieron en este sistema es la integridad corporativa”