Si queremos seguridad y paz, pues acudamos a Jesús no solamente en la oración, sino tratando de imitar sus gestos
Faustino Armendáriz Jiménez
Obispo de Querétaro
La sociedad necesita de Jesús resucitado, y con él permear todos los ámbitos de su existencia indicó el obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, al manifestar que particularmente se requiere del acompañamiento de “Jesús” para lograr la paz, pues su presencia en el mundo es fecunda mientras que uno de los retos más grandes del país es, precisamente erradicar inseguridad y violencia.
Consideró que la presencia de Jesús debe estar particularmente en quienes contienden por un cargo de elección popular, a quienes les toca realmente servir, sobre todo a quienes deben sufrir injusticias al no tener “palanca”.
“Si queremos seguridad y paz, pues acudamos a Jesús no solamente en la oración, sino tratando de imitar sus gestos, lo que él hizo tratar de hacerlo nosotros, y uno de los gestos proféticos que el hizo fue el del Jueves Santo, lavar los pies, es decir, estar dispuesto a salvar a los demás. Creo que todos tenemos la oportunidad de servir y de ser presencia de Jesús en medio de la comunidad. Hay quienes contienden por un cargo de elección popular y dicen que es para el servicio, “Ándale, aquí está una oportunidad de servir a los más pobres, de servir a los alejados, y de servir a todos aquellos que sufren injusticia porque no tienen palanca”.
Lo anterior lo declaró en entrevista posterior a encabezar la homilía con motivo del Domingo de Pascua, ceremonia efectuada en Santa Iglesia Catedral
“Lo que hoy celebramos es lo más importante, el núcleo, es lo más importante que tenemos que proclamar en nuestra fe, que Jesucristo esta vivo, que el señor resucitó, y si resucitó es capaz de vencer la muerte, es capaz de vencer el pecado, es capaz de vencer cualquier mal social, de vencer cualquier injusticia, y en el ponemos nuestra confianza, por eso la sociedad tiene que poner su confianza en Jesús resucitado, en Jesús vivo, que le acompaña permanentemente y dejarse acompañar”.
Dijo que entonces, cualquier “lápida” que impida crecimiento y progreso será retirada por el poder de Dios.
“Llevamos muchas cosas cargando todos los seres humanos y el único que nos puede dar esa ligereza y esa paz en nuestra vida es Dios”, finalizó.