Las 117 parroquias están listas para atender a los migrantes que pasen por la Diócesis de Querétaro en su deseo por llegar a Estados Unidos y, mientras unas se preparan para convertirse en albergues, otras por su lejanía se enfocan en recabar apoyos para canalizarlos.
El sacerdote Francisco Gavidia, párroco del Sagrado Corazón de Jesús (templo de Santa Clara), declaró lo anterior al urgir a la grey a que se acerque a las parroquias para donar artículos que sirvan para atender a los migrantes o, incluso, para que los lleven para la larga jornada.
“Ha emitido una circular el señor obispo, en la que pide a todas las parroquias puedan albergar y juntar víveres para atenderlos. Creo que el impacto para aquí el comedor (parroquial), no sería mínimo… Hay a algunas parroquias que es difícil que lleguen, por ejemplo Jalpan, o Xichú, Guanajuato, pero esas parroquias van a apoyar por donde estén pasando… con víveres, lo que están juntando”.
En este punto resaltó que el obispo, Faustino Armendáriz urgió a que, además de darles refugio, respalden a los migrantes con diferentes artículos que puedan necesitar en su camino: pasta de dientes, jabón, toallas femeninas, alimentos no perecederos, además de aquellos alimentos destinados a que las parroquias puedan darles alimentos preparados.
Indicó que son diferentes organismos a los que la sociedad se puede acercar para ayudar a los migrantes en su jornada, pues incluso gobierno del estado, al parecer, está preparando instalaciones para recibirlos.
“Parece que todavía no han llegado, pero estamos recibiendo (los apoyos para los migrantes) desde la semana pasada… Cualquier horario (pueden entregar la ayuda), en horarios de oficina, y en las horas de la misa, sobre todo”.
EL MANDAMIENTO DEL AMOR
Lo anterior lo declaró previo a oficiar la santa homilía en la parroquia, en la que el tema central fue el mandamiento del amor.
Explicó que la fe no puede tener como única base el culto, pues debe reflejarse tanto en el servicio como en el amor a los demás.
“Como que nos hemos acostumbrado mucho a la violencia, mucho a los crímenes, a las venganzas; pues se responde con amor, ¿no? … El mal se convierte con bien y no con más mal, en una sociedad donde hay tanta maldad, tanto odio, el católico debe dar testimonio de amor”, advirtió al finalizar.