A casi dos años del inicio de la construcción de Paseo 5 de Febrero, los avances muestran una obra con múltiples desafíos. Ningún tramo se encuentra exento de incidentes ni completamente finalizado, reflejando una realidad marcada por zonas rezagadas y áreas con progresos significativos.
En las intersecciones con la colonia Obrera y Epigmenio González persisten problemas como la presencia de arena y áreas de trabajo en desarrollo, lo cual complica la movilidad peatonal y vehicular. Los transeúntes deben navegar por banquetas en construcción y camellones cerrados, enfrentándose a puentes peatonales con problemas en sus elevadores o estructuras.
Dentro de los 8.5 kilómetros de vialidad que abarca el proyecto, los sectores con mayores avances son Zaragoza y Universidad, donde los puentes están concluidos y los espacios para peatones y ciclistas muestran menos afectaciones que en otras áreas mencionadas.
En los tramos de Tlacote y Zaragoza, el avance de la obra se ha estancado en los últimos meses, afectando el flujo vehicular debido a la constante presencia de maquinaria pesada y cambios frecuentes en las rutas peatonales y vehiculares. Aunque los carriles ya están finalizados y han mejorado la circulación para automovilistas y usuarios de QroBus, los desafíos persisten para los peatones y ciclistas.
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La obra, iniciada el 25 de julio de 2022, originalmente tenía como fecha de término el 26 de agosto de 2023. A principios de este año, el gobernador mencionó que la obra estaba en su fase final con un avance del 90%. Sin embargo, medio año después, Paseo 5 de Febrero aún no ha sido concluido, generando preocupaciones en la comunidad sobre la gestión y la respuesta a las demandas ciudadanas.