Luego de terminar una relación en el 2014 con su expareja y padre de sus dos hijos, Paulina ha visto cómo se incrementa la violencia en su contra. Desde el 2015, se han iniciado siete carpetas de investigación en la Fiscalía General del Estado por agresiones de su expareja, pero solo una de estas se clasificó como violencia familiar.
Actualmente su agresor tiene una orden de aprehensión vigente y Paulina subraya: "No quiero ser una víctima de un feminicidio".
En el 2015, explica, ingresó su primera denuncia luego de que su agresor la encontrara en la calle, la golpeara y asaltara. En ese momento la agresión fue clasificada como “robo a transeúnte con violencia”.
Después, en el 2017, se abrió una carpeta por “homicidio agravado en grado de tentativa”, luego de que atentara contra su vida e intentara dispararle. “…me mordió, me ahorcó. Me apuntó con una pistola. Me ataca, me golpea. Me abrió la cabeza de dos partes. Me rompe dos costillas. Intentó abusar de mí (...) Pido su ayuda, porque no quiero que la siguiente denuncia sea nada más que mis papás vayan y declaren que ya me mató”, alerta.
Paulina menciona que las amenazas de muerte también han incluido a sus hijos y sus padres, a quienes también ha amenazado de quemarles la casa.
Añade que su ex pareja ya cuenta con antecedentes penales y que en marzo se abrió una carpeta de investigación por violencia familiar. “No es posible que año con año son golpes, son robos”, menciona al añadir que también la ha amenazado con difundir un video íntimo.
“Lo único que pido es que tomen en cuenta todo lo que ha sucedido en estos años; que tomen en cuenta el daño que tenemos. Que tomen en cuenta, las amenazas que ha hecho, porque las ha cumplido muchas veces (...) yo lo creo capaz de todo”, advierte.