La columna de mujeres de la peregrinación a pie de Querétaro al Tepeyac arribó a la Basílica de Guadalupe a las 8 de la mañana, llenando el ambiente de cánticos, alegría y fervor.
Miles de mujeres, guiadas por su fe y devoción, recorrieron los kilómetros que separan su lugar de origen del sagrado templo, creando una atmósfera de unidad y esperanza.
La peregrinación, una tradición arraigada, es un acto de profunda espiritualidad para las participantes. Las calles de la Ciudad de México se vieron inundadas de colores y sonrisas, mientras las peregrinas entonaban cánticos religiosos y expresaban su agradecimiento a la Virgen de Guadalupe.
La llegada a la Basílica fue recibida con aplausos y lágrimas de emoción tanto de las peregrinas como de los familiares y devotos que esperaban su llegada.
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La organización y seguridad de la peregrinación estuvieron a cargo de autoridades locales y voluntarios, asegurando que la travesía se realizara sin contratiempos y en un ambiente de respeto y colaboración.