"El Negro", también conocido como el perro de la peregrinación hacia el Tepeyac, encontró una familia dispuesta a cuidarlo luego de que su historia se hiciera viral en Diario de Querétaro; ahora se encuentra en la colonia La Negreta en el municipio de Corregidora, donde compartirá un hogar con otros animales adoptados.
César Velázquez, de 31 años, fue el encargado de brindarle un hogar a El Negro, esto debido a que su novia leyó la publicación que realizó Diario de Querétaro, en búsqueda de apoyo para que este canino no se quedara en Ciudad de México extraviado.
"Soy de La Negreta, y mi novia y yo vimos una publicación en Facebook del Diario de Querétaro y mi novia escribió. Yo traigo un autobús de turismo, de hecho vengo por peregrinos para el regreso y pues aprovechamos, tuvimos la oportunidad", declaró.
Explicó que ya le habían dado seguimiento al caso desde la primera ocasión que se hizo público, además de mencionar que a su pareja le gustan los animales, quien años atrás tenía un pequeño albergue llamado "Patitas Mojadas". Cuentan con otro perro y un gato también adoptados, por lo que su familia incrementará.
"A mi novia le gustan mucho los animales, ella tenía un albergue y se dedicaba a resguardar perros y gatos, llamado Patitas Mojadas. Ahorita queda darle seguimiento al perrito, la esterilización, sus vacunas, bañarlo, alimentarlo, todo eso".
A decir de peregrinos, "El Negro" comenzó a seguirlos desde Canalejas, Jilotepec, Estado de México, a partir de este jueves, integrándose a la columna de hombres en busca de alimento, siguiéndolos hasta la Basílica de Guadalupe.
"Desde que veníamos por Canalejas se nos pegó. Se integró a la columna y donde teníamos los descansos, los aposentos, ahí se quedaba con nosotros. No había qué comer y como nosotros teníamos la comida, algunos hermanos les han de ver dado o de lo que se caía y se quedó con nosotros aquí", indicó Isaías Benitez, del grupo 226.
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Detalló que lo más probable que hubiera pasado, si César Velázquez no llega a adoptarlo, es la de dejarlos en Ciudad de México, pues afirmó que la mayoría de los peregrinos apenas y tienen espacio para regresar en camionetas y camiones, sin embargo, sí estuvieron buscando algún adoptante desde que llegó la columna de hombres al Tepeyac.