En la reunión con el secretario de Salud federal, David Kershenobich, y representantes de las 32 entidades federativas, Martina Pérez Rendón, titular la mencionada dependencia en Querétaro, dijo que expuso los temas de infraestructura, recursos humanos y mantenimiento de unidades, como parte del apoyo solicitado para el estado.
“El secretario de Salud federal nos convocó a una reunión a los 32 secretarios, para comentarnos cuál es el plan en estos primeros días, y cómo empezar a trabajar el plan nacional de salud, así como pedirnos nuestra colaboración”, indicó.
La funcionaria afirmó que se esperan buenas perspectivas, aunque habrá de esperar el planteamiento, ya que viene el reforzamiento de programas que ya se han trabajado, como es el tema de vacunación, la prevención del dengue para el próximo año y lo que tiene que ver con la salud materna y perinatal.
“Son programas que ya teníamos, pero seguramente habrá alguna estrategia más que se sumará con la experiencia de él de sus asesores”, comentó Martina Pérez Rendón.
Entre otras cosas, mencionó que lo relacionado con el antiguo Hospital General, afirmó que aún no se define qué sucederá con el inmueble, ya que todo dependerá del financiamiento sobre cómo pudiera haber un flujo de efectivo y analizar los planes.
Insistió en que de acuerdo con el estudio elaborado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas (SDUOP), sí debe ser demolido, ya que de continuar con su uso sería solamente de tres años.
Campaña de vacunación contra la influenza
Con relación a la campaña que se inició en la vacuna contra la influenza, argumentó que al último corte se habían aplicado más de 5 mil dosis. Precisó que se pretende aplicar 619 mil, y de ellas, la meta es que en se cumpla con el 80 por ciento hasta diciembre.
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“En el recuento se tiene que recabar la información de todos los centros de salud, lo que se hace un poco complicado. Pero en la información recabada esto representa poco más del 8 por ciento”, añadió Martina Pérez Rendón.
Agregó que por ahora se ha tenido un proceso más pausado en la aplicación de las vacunas en los menores de 6 a 59 meses de edad, ya que esto depende de que los papás los acerquen. Aclaró que la atención es solamente a los grupos blanco, que son los que pueden ser más vulnerables.