La Unión de Empresas de Seguridad Privada del Estado pide a los propietarios de bares, antros y restaurantes para que implementen medidas más estrictas de seguridad, como la instalación de arcos detectores de metales en las entradas, apuntó Mario Aguilar Becerril, presidente de este organismo, lo anterior en un esfuerzo por mejorar la seguridad en los establecimientos de entretenimiento nocturno en Querétaro.
"Es comprensible que algunos dueños lo vean como un gasto, pero debemos pensar en el valor de una vida humana y en la tranquilidad que podemos ofrecer a las personas que visitan estos lugares", dijo.
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Aguilar Becerril señaló que esta medida es crucial para evitar la entrada de armas u objetos peligrosos que puedan poner en riesgo la seguridad de los asistentes y el personal.
"Es fundamental que tanto los dueños de los antros y restaurantes, como los choferes y el personal de seguridad privada, trabajen en conjunto para asegurar que los clientes puedan disfrutar de una noche segura", afirmó.
El llamado surge tras un incidente violento en un antro durante el pasado fin de semana, donde una riña entre clientes terminó con heridos y un ambiente de preocupación entre los empresarios del sector.
Aguilar Becerril aseguró que, aunque los guardias de seguridad privada realizan controles de acceso, la falta de herramientas como los detectores de metales limita su capacidad para prevenir situaciones peligrosas.
"La instalación de arcos detectores o el uso de dispositivos portátiles de detección de metales no debe verse como un gasto, sino como una inversión en la seguridad y tranquilidad de los clientes", subrayó.
El presidente de la unión también destacó que, en la actualidad, la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado de Querétaro prohíbe a los elementos de seguridad privada portar cualquier tipo de arma, esposas o gas lacrimógeno, herramientas que en el pasado ayudaban a disuadir conflictos en el interior de los establecimientos.
"Nuestra obligación es notificar de inmediato a las autoridades de seguridad pública cualquier situación fuera de control. Los guardias de seguridad privada no son policías; están para prevenir, no para confrontar", señaló.
Aguilar Becerril lamentó esta restricción, ya que considera que el gas lacrimógeno era particularmente útil para controlar situaciones de riesgo sin la necesidad de usar fuerza física.
"Ahora, los guardias solo pueden contar con el famoso 'R24', una especie de bastón extensible que sirve principalmente como herramienta de apoyo y no para la confrontación directa", explicó.
En cuanto a la formación y capacitación de los guardias de seguridad privada, Aguilar Becerril destacó que estos profesionales pasan por un riguroso proceso de selección y entrenamiento antes de ser contratados.
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Cada elemento es sometido a pruebas antidoping y otras evaluaciones por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Además, reciben capacitación en 17 áreas clave, que incluyen desde la atención al cliente hasta primeros auxilios y combate de incendios, detalló.
Sobre la responsabilidad de los guardias de seguridad privada en caso de que se presenten situaciones peligrosas dentro de un establecimiento, Aguilar Becerril aclaró que estos elementos no están autorizados para intervenir directamente en conflictos armados o violentos.