Las obras que se construyen deben estar ligadas a la sustentabilidad, no pueden ser solo un accesorio, explicó el especialista en antropología Emiliano Zolla Márquez, quien impartió una ponencia ante estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro, a quienes planteó la necesidad de replantear el desarrollo que se desea tener con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ya que no se trata sólo de aspectos aeroportuarios.
Durante la conferencia “El Nuevo Aeropuerto: impacto ambiental y social”, que dictó en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), aseguró que continuar con la obra ocasionará la devastación del sistema hídrico del Valle de Texcoco, el cual es vital para la regulación del clima de la región, pues podría incrementarlo hasta cinco grados centígrados según científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Asimismo, Zolla Márquez destacó que dicho sistema tiene una destacada relevancia para la captación y abasto de agua, para la subsistencia de una gran diversidad de flora y fauna y para el mantenimiento de las regiones agrícolas que se encuentran alrededor.
“Tenemos una crisis hídrica, el próximo corte de agua que se tendrá en la Ciudad de México durante cuatro días es una prueba de lo que viene. En muchos poblados que viven en marginación ya se maneja el abasto de agua por tandeo, mientras que otras localidades son privilegiadas todos los días. Cuando el agua empieza a faltar, el enojo social se multiplica en conflictos muy graves”, advirtió.
Explicó que la infraestructura del aeropuerto y el desarrollo inmobiliario proyectado implica el continuo secado de los cuerpos de agua que se encuentran en esa zona de suelos poroso, lo cual también modificará la mecánica de suelos e incrementará el riesgo de sismicidad.
“El impacto ambiental ya lo tenemos, pero de continuar la obra se agudizará. La construcción inició considerando la explotación de seis minas a cielo abierto que sirven para la cimentación del aeropuerto; actualmente, hay 180 minas, lo que significa el mismo número de cerros destruidos. El 30 por ciento de esas minas además son irregulares y se están rellenando con la arcilla profunda extraída de las zonas lacustres, material que está contaminado de metales pesados”, indicó.
Señaló además que, a nivel económico, existen diversas irregularidades que llegan al grado de que las empresas constructoras se están abasteciendo de combustible del “huachicol” y no se tiene transparencia respecto al financiamiento público que se está haciendo a esa obra.
En este sentido, el ponente consideró que si bien el impacto ambiental y social será inmediato para la región, la población y los gobiernos estatales deben tener presente que la inversión federal para esa obra conllevará una reducción presupuestal a la infraestructura que se requiere en el resto de las entidades del país.
Finalmente, el director de la Facultad de Ingeniería, Manuel Toledano Ayala y el coordinador de Ingeniería Civil, Omar Chávez Alegría, destacaron la importancia de que los estudiantes cuenten con una formación sólida, no solamente en el aspecto técnico de su profesión, sino que también tengan la visión que las humanidades aportan respecto a los grandes problemas y retos que enfrenta el país.
“Realizar este tipo de actividades, en las que se conocen diversas perspectivas, contribuye a que tomen conciencia de la responsabilidad de su trabajo como ingenieros y arquitectos, como universitarios, para que asuman con sensibilidad los desafíos que tendrán durante su carrera”, indicó el Dr. Toledano Ayala.