La intervención de la Avenida Pie de la Cuesta, no cumple con el Plan de Movilidad Integral que privilegia el derecho a la movilidad de manera eficiente y segura, advirtió el Observatorio Ciudadano de Movilidad en Querétaro.
De acuerdo con el vocero del Observatorio, Sergio Olvera León, a un año de que fuera anunciada la obra, hoy “terminada y entregada, podemos afirmar que la intervención no cumplió con la intención manifestada”.
Tampoco cumple con el artículo II fracción IV del Reglamento de Tránsito del Estado de Querétaro (RTEQ), que establece la pirámide de movilidad, que tiene como prioridad a peatones, vehículos de emergencia, ciclistas, usuarios del transporte público y automóvil particular.
Respecto de la movilidad peatonal, dijo que las banquetas están invadidas por obstáculos como postes, elementos de publicidad, señalética vial, infraestructura telefónica, eléctrica y comercial, y autos estacionados, que obligan al peatón a bajar de la acera.
La intervención también ignoró un ancho mínimo que garantice la seguridad de quien transita caminando, de quienes usan silla de ruedas o empujan una carreola, cuando el artículo 152 del Código Urbano vigente habla de 1.8 metros de ancho libres de obstáculos.
Advirtió, que los semáforos peatonales son un elemento decorativo, porque “a meses de la entrega, varios no funcionan”, y quien usa un automóvil para sus desplazamientos no puede visualizarlos desde su perspectiva, ni en términos espaciales ni a causa de la velocidad.
Las “vueltas continuas”, prohibidas por el artículo 50 fracción IX del RTEQ son letra muerta en los hechos, elemento que contribuye a la peligrosidad de quienes se desplazan caminando; además de que la vialidad se intervino sin ningún tipo de perspectiva de género.
Refirió que aunque hay señalética ciclista, la vialidad es insegura para desplazarse en ese medio de transporte, ya que sin un espacio confinado, aunado a las velocidades que alcanzan los vehículos automotores y la proximidad física, usar la bicicleta no es recomendable.
Agregó que las y los usuarios del transporte colectivo tampoco se vieron beneficiados, porque los operadores no tienen una línea recta-continua de avance sostenido, sino que serpentean, intercambiando ascenso y descenso entre las paradas en el área central y las laterales.
Asimismo, el semáforo del autobús da un tiempo reducido para cruzar las anchas vialidades, mientras que la mayor parte de los tiempos de avance siguen dando prioridad a los autos particulares.
De igual forma, el auto particular también se vio perjudicado, porque no hay señalética en piso y elementos disuasivos de reducción de la velocidad, aunado a una semaforización deficiente y ausencia de un estudio de entradas y salidas.
“Esperamos que la autoridad municipal corrija las deficiencias, haga otros estudios, visitas de campo y encuestas con la comunidad para entender la movilidad en esa importante arteria de la ciudad, y se hagan las adecuaciones pertinentes”, concluyó.