El Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Querétaro dejó en suspenso la aprobación del programa de verificadores de asistencia de los docentes, pues se estima que el índice de falta de los maestros es del 10%, lo que estiman en una pérdida anual superior a los 50 millones de pesos para la casa de estudios.
El punto de la comisión de asuntos administrativos y jurídicos retomó el tema que lleva varios años, donde se ha detectado que hay maestros que no asisten a impartir clases, por motivos de otros trabajos o académicos.
“Si se proyecta el total de horas que hay en el semestre, que son casi 800 mil y tuviéramos esa incidencia de faltas estaríamos proyectándolo a una cantidad de alrededor de 56 millones de pesos, que es una cantidad importante, entonces el tema es si estamos siendo responsables con el uso de los recursos, hagamos desde todo y una forma es cumplir con nuestras obligaciones”, comentó la rectora de la UAQ, Teresa García.
La académica reconoció que aunque esta medida no es la más oportuna, es necesaria ya que hay muchos casos de inasistencia de profesores que tienen otras ocupaciones externas o envían suplentes.
“Entendemos que son personas que tienen altos cargos y no les es posible atender, pero necesitamos el compromiso es que si hay una asignación de clases y ellos la están aceptando, se cumpla en tiempo y forma”.
El punto de acuerdo se revisará en las siguientes sesiones del Consejo Universitario, pues en la sesión de septiembre se debatió por más de una hora sin lograr un acuerdo unánime.
“Dada la situación que se ha venido arrastrando la universidad ha implementado las auditorias de asistencia o las verificaciones de asistencia y en este proceso hemos tratado de armonizarlas con el sentir general, han pasado de una forma y otra, estamos en un proceso mixto en donde participemos todos y llevemos a un consenso, a todos nos molesta que nos vigilen y en la medida que cumplamos con nuestro deber será un mal necesario, tampoco me gusta”.
Finalmente García Gasca pidió a los docentes titulares ser responsables, debido a la difícil situación que atraviesa la universidad, donde se busca optimizar los recursos económicos hacia la casa de estudios.