Tenemos un gobierno federal improvisado en el que todo se hace al vapor y con la urgencia de realizar todo a modo de una sola persona, de eso hemos sido testigos una y otra vez con las ocurrencias del presidente, Andrés Manuel López Obrador; el más reciente, pero tal vez el más grave, es la presentación del PLAN B, que atenta contra la democracia de México.
Desde hace ya muchas décadas que se han promovido reformas democráticas, esta es la primera ocasión en la que sin el consenso de todas las fuerzas políticas dentro de la Cámara de Diputados fue aprobada una reforma electoral, algo lamentable, sin embargo, también fue una derrota evidente para quien pretendía imponer su voluntad, porque mostró que aunque se tenga el poder, no logra intimidar a quienes escuchan al “pueblo”.
Con el inicio del periodo de sesiones estaré firme en que la legislación electoral debe respaldar y proteger la legalidad de las elecciones, México no requiere de conflictos post electorales y la anulación de comicios ante las mañas que pretenden hacer algunos actores políticos.
La demostración de poder se ve claramente en estas acciones, al presentar su PLAN B de manera expedita e inmediata para su aprobación, pero no satisfecho con ello, ha querido desprestigiar al organismo electoral y presidente del INE, Lorenzo Córdoba, llamándolo “Farsante” y carente de ideales. Mostrando su hambre insaciable de imponer solo su voluntad.
En su apresurada decisión de mostrar el poder, no vislumbra que el país tiene una democracia compleja, por lo que es necesario fortalecer las instituciones y no limitarlas, o eliminar la profesionalización de las personas que laboran en el Instituto Nacional Electoral, pues con las reformas se reduciría el 15.4 por ciento del personal.
La democracia en México parece ser un juego en la que las decisiones de una persona deben predominar, la historia nos enseña que en el país la disputa de mujeres y hombres por la igualdad de derechos marca el rumbo de la nación, en el marco del día de la Constitución Mexicana no podemos permitir que esa lucha sufra un retroceso en la vida democrática.
El PLAN B que promueve el presidente pretende modificar las tres leyes la ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la ley General de Partidos Políticos y la ley Orgánica del Poder Judicial; además de la expedición por vía rápida de la Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral, con la intención evidente de imponer su voluntad personal.
*Diputada federal PAN
