La presa Zimapán "Ingeniero Fernando Hiriart Balderrama", en el estado de Hidalgo, ha padecido la sequía en los últimos 2 años, encontrándose actualmente al 78% de su capacidad, en una afectación que se ha extendido a toda la zona, principalmente en los ríos San Juan y Tula.
En un municipio considerado con sequía severa, de acuerdo al Monitor de Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las familias en Zimapán y sus alrededores han tenido dificultades derivadas de la falta de agua.
Entre ellos, la actividad de pesca y de servicios básicos para los pobladores de las comunidades que se encuentran en los alrededores de la presa, la cual tiene una capacidad de 1,390.00 hectómetros cúbicos.
De este total, únicamente se cuenta con 1,084.37 hectómetros cúbicos utilizados de su capacidad, lo que se ha mantenido desde el 8 de enero de 2023 al reportar 1,011.00 hectómetros cúbicos, equivalente al 72.73% de su capacidad.
En el último año, su nivel más alto fue entre el 19 y 25 de marzo de 2022, al alcanzar 1,295.00 hectómetros cúbicos, correspondiente al 93.16%, es decir, casi 14% de diferencia entre el mismo periodo, pero de 2023.
A partir de esa fecha en 2022, en el mismo año la sequía provocó que la presa en Zimapán bajara a su nivel más inferior en este periodo al reportar 895 hectómetros cúbicos entre el 4 y 5 de octubre, equivalente al 64.38% de su capacidad.
El bajo nivel del agua, si bien no ha deteriorado la actividad pesquera y de turismo en esta zona, sí ha afectado regiones aledañas como Tzibanzá, en el municipio de Cadereyta de Montes en Querétaro, cuyos habitantes se han mostrado preocupados por la sequía.
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Cabe señalar que la presa Zimapán se construyó en 1995 para la generación de energía eléctrica y se sitúa en los cauces de los ríos Tula y San Juan, entre los límites de los estados de Querétaro e Hidalgo, siendo la pesca la principal actividad que se realiza en su interior.