Querétaro aporta actualmente alrededor del 25% del total del mercado de moldes y troqueles que se consumen en México, los cuales llegan a sumar aproximadamente 250 millones de dólares anuales, informó Eduardo Medrano, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Manufacturas de Moldes y Troqueles.

Destacó que las compañías que actualmente participan en el mercado de los moldes y herramentales en México, se han desarrollado en los últimos nueve años, ya que se trata de un sector relativamente joven en el país.

Querétaro ha logrado posicionarse como el principal proveedor de moldes de plástico debido a las importantes empresas que han decidido instalarse en la entidad.

"Yo diría que Querétaro es el que hoy está mejor preparado a nivel nacional, en tema de inyección de plástico, hay otros estados, por ejemplo Coahuila y Nuevo León, que tienen una vocación para moldes de inyección de aluminio, pero hoy Querétaro, en cuestión de tamaño, precisión y de cantidad de moldes producidos, es la capital del sector", aseguró.

Precisó que el 60 % de la producción se destina a la industria automotriz, 30 % al rubro electrónico y 10 % a empaques y envases.

Está vocación, dijo, se debe a "un Integrity que tenía hace cinco años una operación de reparación, al siguiente año ya fabricaba 20 moldes y a finales de 2018 ya fabricaba 150 moldes, con un valor de 20 a 50 mil dólares cada uno, igual Omega y Concours Mold", dijo.

Indicó que de acuerdo a las perspectivas del sector, se prevé un crecimiento anual estimado de 20 por ciento.

"Aunque de 2017 a 2018 fue un crecimiento superior al 30 % … si hay una limitación porque la configuración de los talleres no está preparada, eso es una realidad, 80 % del consumo son formatos grandes, moldes de 30 a 50 toneladas, hoy nuestra capacidad está de 2 a 15 toneladas, por lo que tenemos que convertirnos para formatos más grandes, lo que requiere inversión", precisó.

Agregó que el riesgo se encuentra en aquellas empresas que no han logrado actualizar sus maquinarias ni sus prácticas, que representan alrededor del 15 % de las compañías, lo que derivará en su desaparición en un lapso no mayor a tres años.