Uno de los mayores factores que afectan a la apicultura en Querétaro es la adulteración de la miel, aseguró Hugo Torres, apicultor local de la cooperativa Esmiel Mieleria, quien refirió que hay una proliferación de este producto en mercados y tianguis de la ciudad.
"Entre los factores que afectan al sector, además de los pesticidas, está la alteración de la miel. Hay mucha miel adulterada en Querétaro; mucha de la gente que vende en las calles y mercados lo que vende son jarabes; la miel tiene que ser 100% natural o no lo es".
Aclaró que pese al aumento de esta práctica, no todos los vendedores ofertan "miel pirata", por lo que es preciso corroborar la autenticidad del producto, ya no solo por el costo, sino por su cristalización, entre otros aspectos.
"La cristalización es una manera de darse cuenta de que la miel está o no alterada. Lo mejor para ello es que si tienes experiencia con la miel es probándola, ya que la miel tiene un sabor característico, independientemente de la floración, que no tiene el jarabe".
Además, explicó que el jarabe de maíz tiene la similitud en el color y en la densidad, razón por la que es posible que se confunda con la miel original, refiriendo que para producir una tonelada de este producto, se ocupa alrededor de 27 kilos de miel, entremezclado con jarabe de maíz.
"No dudo que haya personas que vendan miel en la calle, pero el problema es saber quién. Ya ni siquiera es por el precio, porque luego venden jarabes muy caros y ahí está el asunto, alguien que piensa que consume miel, que es un producto sano, en realidad está consumiendo jarabe de maíz de alta fructuosa, que es de los peores endulzantes".
Añadió que para poder extraer y cosechar la miel es un proceso complicado, con mucho trabajo detrás por parte de apicultores en el estado, motivo por el que la miel tiene el precio que tiene. Asimismo, precisó que un litro de jarabe de maíz se vende en 60 pesos, mientras que un litro de miel tiene un costo de 180 y 250 pesos.
Finalmente, mencionó que es importante acudir a negocios donde exista la confianza de que el producto es 100% miel, afirmando que es en los periodos invernales donde es mayor su consumo, por lo que puso énfasis en acudir a dichos espacios, principalmente si son de producción local.