Para el Sindicato de Telefonistas de México (STRM) la reforma laboral es una presión que viene desde Estados Unidos como parte de los tratados del T-Mec, aseguró Luis Jaime Guerrero, dirigente de este gremio.
“Esta reforma fue impulsada desde Estados Unidos y sabemos que está pisoteando los derechos sindicales y los derechos de los obreros, vamos a hacernos escuchar por el gobierno federal y al gobierno local”.
Dijo que como parte de la Unión Nacional de los Trabajadores, emplazaron al gobierno federal a iniciar un proceso de dialogo en la perspectiva de transformar el régimen económico, político y social.
“Desde nuestra perspectiva, todo régimen político-democrático debe contar con un sistema de intermediación y de construcción de acuerdos del que deben formar parte los sindicatos y otras organizaciones del campo y la sociedad civil”.
El proyecto de transformación del que forma parte el STRM se avoca para presentar un plan de transformación social que toma en cuenta tres ejes; en materia laboral, en materia de desarrollo económico y social, y en materia de derechos humanos y pacificación.
Reconoció el respaldo popular que tiene el actual gobierno federal, por lo que aseguró que esta es una oportunidad histórica de impulsar los cambios que demandan los trabajadores del campo y la ciudad.
“Debemos apoyarnos en el dialogo social y la construcción de consensos con una sociedad civil, movilizada y organizada para transformar verdaderamente al país”, finalizó.