A raíz de la propagación del Covid-19, el doctorante Omar Hernández Hernández, Ingeniero Químico en Alimentos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), comenzó a desarrollar una fórmula de virucida pensando en proteger a su familia.

Luego, personas cercanas al investigador buscaron adquirir su producto, extendiéndose la recomendación de boca en boca. Es así que en poco tiempo ha logrado generarlo a mayor escala.

“Hoy más que nunca los virus representan un reto muy importante por el daño que pueden establecer a la población; lo que ocurre es que los virus mutan a gran velocidad, y cuando se replican en el cuerpo humano generan nuevas variantes”, planteó Omar.

El Virucidal Nano-Perforator contiene cuatro componentes principales: alcohol, un disolvente de proteínas compatible con el cuerpo humano, una mezcla de ácidos orgánicos estandarizados en cantidad y tipo, y sustancias oxidantes.

“Mi propuesta de virucida fue desarrollar varios compuestos que destruyan el material genético del virus capa por capa, logrando un producto mucho más potente que ataca virus, bacterias, hongos y levaduras”, explicó el emprendedor.

Dentro de las aplicaciones de uso del producto destacan las siguientes: manos o piel directa (puede aplicarse en cualquier parte del cuerpo o superficie viva), superficies inertes (manijas, volantes, celulares, mesas de trabajo, tablas para picar, cuchillos, TV, juegos de video) y alimentos.

Se trata de una fórmula de bajo costo que es accesible a la mayoría de la población, la cual se comercializa en tres presentaciones: 250 ml, un litro y 20 litros.

Al tratarse de un producto no perecedero, Omar tiene la expectativa de poder comercializarlo en supermercados e incluso fuera de México ya que, asegura, se cumple con las reglamentaciones de la Unión Europea.

Los ingredientes de su fórmula son no corrosivos, biodegradables y no contaminan.

FORMACIÓN

Omar comenzó su formación profesional en microbiología, contando con la mentoría e influencia de destacados investigadores mexicanos.

Llevó a cabo parte de sus estudios de maestría en Guelph, Canadá, sumando actualmente 11 años de experiencia en microbiología y de ellos 9 en el área de virología.

Como parte de su experiencia profesional durante algún tiempo se desempeñó en el sector industrial, colaborando con una empresa enfocada a la elaboración de productos para microbiología.

En 2018 inició el doctorado en Ciencias de los alimentos en la Facultad de Química de la UAQ, comenzando a trabajar con el norovirus.

Ha participado en diversos congresos internacionales y cuenta con publicaciones en revistas de alto impacto.

A su vez, colabora con otros proyectos. Por ejemplo, en mayo próximo brindará un curso de capacitación al laboratorio del Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), sobre el diseño de técnicas de diagnóstico y detección de virus.