Querétaro no se fundó el 25 de julio de 1531, aseguró el cronista del estado, Andrés Garrido del Toral, quien dijo que no se conoce la fecha exacta porque no existe un acta de fundación que lo acredite y por tanto se trata de una aproximación tomada de testimonios de las personas mayores y la propia fe católica.
En entrevista, precisó que de acuerdo a diferentes documentos, entre ellos el propio testamento de Fernando de Tapia (Conín) que fue descubierto en el templo de Santa Clara, y que en ningún momento habla del 25 de julio de 1531 como la fecha oficial de la fundación.
“Primero no hubo una acta de fundación, el primer documento oficial sobre la fundación de Querétaro tiene lugar con los testimoniales de viejecitos que recordaban cómo era aquello y era de 1582 que es la relación geográfica ordenada por Felipe II (…); además carecemos de un documento de fundación, Cadereyta lo tiene, San Juan del Río lo tiene, pero en Querétaro no hubo un hombre que fuera capaz de hacerlo, fueron fodongos”, reconoció Garrido del Toral.
Destacó que ante esta evidencia, algunos historiadores concluyeron en que existen tres fundaciones, una en 1531 en la zona donde actualmente se encuentra Milenio II; otra más en 1537 en el terreno de la laguna de los patos, hoy Carretas y Loma Dorada y por último en 1550, a partir de la edificación del convento y templo de San Francisco, primera construcción de cal y canto.
El cronista de la ciudad precisó que se jugó mucho con el lugar y fecha de fundación por culpa del dinero, toda vez que el clero secular y regular se pelearon por darse el crédito fundacional y después por saber a qué arzobispado pertenecían: a Michoacán o México.
“¿Por qué celebramos la fundación el 25 de julio de 1531? Porque Carlos de Sigüenza y Góngora lo sacó del código Mendocino de manera extrayendo el contexto de todo el código y luego como Querétaro tenía de patrono a Santiago, dijo vamos a ponerle así”, agregó.
Por último, al hablar de los posibles culpables de que Querétaro no tenga un acta fundacional, Garrido del Toral reconoció que fueron Hernán Pérez Bocanegra, primer español en llegar a la ciudad; Fran Juan de San Miguel y Fernando de Tapia (Conín), los responsables de ello.
