Querétaro se encuentra inmerso en un clima de violencia que se vive a nivel nacional, donde los centros penitenciarios son parte de este ambiente; así lo afirmó Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro, luego del asesinato de un joven recién salido del CERESO en la zona sur de la ciudad.
"Querétaro no está exento de la violencia que se vive. No somos una isla en medio del país, sino que estamos inmersos en todo este ambiente. Esto no quiere decir que necesariamente se tenga que vivir con violencia en Querétaro, sin embargo, sí hay un clima de inseguridad y violencia en México", dijo.
Al respecto, señaló que en la entidad, los últimos casos de inseguridad que se han vuelto mediáticos han sido lamentables a nivel social, donde refirió confiar en las autoridades para salvaguardar la seguridad, pues aun con estos acontecimientos, en Querétaro aún hay esperanza.
"Hay que tener en cuenta que las autoridades, tanto los que están en reclusorios como la Fiscalía que investiga, la policía que detiene, los poderes que procuran la seguridad, todos ellos con su mejor esfuerzo han logrado mucho, por lo menos en Querétaro", manifestó.
Añadió que dentro de todos los factores que implican a la violencia está el de la mente del asesino, pues dijo que aunque estén las medidas y reglamentaciones muy claras, las personas son libres y tienen la capacidad de tomar decisiones, situación que escapa a lo que las autoridades puedan realizar.
"La mente del asesino es muy ágil, muy audaz. Cuando una persona quiere causar daño hay estructuras que buscan la seguridad, pero la mente es cruel. Es cierto que las autoridades deberían calcular este factor, pero ese asesino cuenta con libertad, inteligencia, entendimiento y armas con las que hace daño", dijo.
Asimismo, refirió que urge a la sociedad a recuperar el entorno de paz mediante la educación y el fortalecimiento de las familias, pues de esta institución es de donde surgen las personas que cometen actos delictivos, por lo que hizo un llamado ciudadano a la generación de una cultura de paz.
"Urge que en la sociedad recuperemos al interior de la familia el respeto humano, que la educación a nuestros niños y jóvenes sea basada en el respeto a la persona, a su integridad; que los jóvenes crezcan con esta visión de vida, de mucho respeto, porque un asesinato se viene cuando falta ese respeto hacia los demás", concluyó.