El inquebrantable deseo de los mexicanos por ayudar, así como la falta de medidas de prevención por parte de autoridades; destacan en el análisis a un año de los sismos de septiembre, que hicieron de Querétaro uno de esos refugios para quienes desean no volver a sufrir por los terremotos.
Entre quienes a DIARIO DE QUERÉTARO narraron su deseo por migrar de residencia se encontró la familia de Alejandra Arroyo, quien se encontraba en el Tecnológico de Monterrey de la Ciudad de México cuando se sintió el estruendo que provocó la caída de los dos puentes responsables de comunicar Aulas dos y tres con la cafetería.
Por primera ocasión salió temprano de clases y de no haberse detenido a fumar un cigarro, su destino habría quedado entre los puentes, pues se dirigía, con su amigo Rafa, a Aulas tres para entrar a la cafetería, cuando empezó a temblar, oscilaron los edificios, se desplomaron los puentes, cayeron vidrios y se perdieron vidas.
Lo primero que llegó a su mente fue que si ese lugar tan seguro se desplomó, la ciudad estaba en ruinas, por lo que enseguida pensó en su hermana gemela, que estudiaba en Santa Fe, y en el resto de su familia. No tuvo tiempo de reaccionar, pues de inmediato, alrededor de 25 alumnos gritaron, al tiempo que corrían “Hay gente, y hay que sacarla”, tras lo cual, encabezados por un ingeniero, armaron brigadas de rescate, retiraron vidrios y recogieron escombros. Recién iniciada la labor encontraron el primer cuerpo. Estudiantes avanzados de ingeniería corrieron a los laboratorios en busca de cuerdas, cables de audio y todo lo que sirviera para amarrar superficies para el rescate de sus compañeros.
Los alumnos de los últimos años de medicina atendieron a los heridos: unos sangraban de manos, rodillas, cabeza, espalda, por caerse o luego de que se les incrustaron vidrios que salieron disparados del techo de la biblioteca.
Padres entraron gritando al Tec, por lo que la institución cerró las puertas. Los alumnos marcaron la mano de quienes se encontraban o ya habían sido atendidos, y anotaron sus nombres; vocearon personas por megáfono. Las listas de quienes se encontraban con bien las pegaron en el super y Costco frente al Tec, para lo cual dividieron los documentos en: humanidades, ingenierías y personal administrativo.
Hacía las 17:00 horas, un trabajador del negocio de comida de su padre llegó por ella en moto, al arribar a casa, recuerda, sólo podía llorar y si bien, su familia resultó ilesa, amigas si perdieron a seres queridos
Al dedicarse al sector de comida, su familia y personal acudieron al super para comprar suministros, llenaron dos grandes hileras con tortas para llevarlas el Rébsamen, donde al vaciarlas, recibieron el agua que ahí les entregaron para llevarlas al Multifamiliar.
No pudieron llegar al Multifamiliar, pues quienes ayudaban en la zona les pidieron apagar camioneta y celulares, para evitar que crearan un incendio con las fugas de gas. Tras dejar ahí los suministros, regresaron a casa y, acto seguido, se fue con su mamá, quien se encontraba trabajando en Zacatecas.
Dormir era imposible, no podía hacerlo por más de cuatro horas, sólo podía pensar en el derrumbe de su lugar seguro y en que ya había ocurrido un sismo similar en el 85, que debió haber servido como parteaguas: tomar precauciones y garantizar que los edificios cumplieran con todos los lineamientos, pues en seguridad nunca se deben escatimar gastos.
Otra cosa que duele, a un año de lo ocurrido, es que los alumnos actuaron de manera inmediata, pero las autoridades llegaron hasta las siete, hora en la que sus compañeros seguían trabajando en la universidad, sacando escombros.
MIGRACIÓN
Tal vez el deseo de escapar de los temblores sea lo que lleva a que la Ciudad de México se encuentre entre las principales migraciones a Querétaro, dentro de los registros del Instituto Nacional Electoral (INE).
Al corte del 17 de agosto, el Padrón Electoral de Querétaro se componía por un millón 606 mil 23 personas, y de ellas 206 mil 753 cambiaron su residencia de la CDMX a alguno de los 18 municipios de Querétaro, pero es imposible saber si lo hicieron en el último año, o en periodos anteriores.
SAN JUAN DEL RÍO Y CORREGIDORA
San Juan del Río y Corregidora destacan por su crecimiento poblacional, de ahí que tras los terremotos, las presidencias municipales advirtieron una posible importante migración, y si bien, se sabe que entre los nuevos habitantes se encuentran los provenientes de la CDMX, es imposible saber cantidades, pues aún no existen cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A un año del terremoto, Mario Calzada Mercado, alcalde de El Marqués, remarcó que crece la población en un promedio anual de 6 %, y el incremento se compone por habitantes de diferentes partes del país, lo que lleva a mayor demanda en todos los servicios, incluidos educación y seguridad.
Josué Guerrero Trápala, alcalde de Corregidora, remarcó que las cifras se podrán saber sólo hasta que las proporcione el INEGI, pero que el incremento demográfico se observa en diferentes áreas, como el crecimiento en el parque vehicular, servicios de alumbrado, seguridad pública y la gran demanda para ingresar en las escuelas públicas, sobre todo luego de que padres de familia de Los Olvera, Santa Barbara y La Negreta acudieron a la presidencia municipal, preocupados porque sus hijos no tenían espacios en secundarias y preparatorias.
USEBEQ
Y es precisamente la Ciudad de México de donde se recibió una de las migraciones altas para la educación básica, pues de acuerdo a datos preliminares de la Dirección de Planeación Educativa de la USEBEQ, en el periodo de preinscripciones para el ciclo escolar 2018-2019; que inició en febrero y culminó en agosto; se registraron cien mil alumnos, entre los niveles de preescolar, primaria y secundaria, tres mil 413 alumnos de otros puntos de la República. El que mayor representó alumnos fue Estado de México con 703, el segundo Guanajuato, con 455, tercero Ciudad de México con 450, el cuarto Hidalgo con 228, y el quinto Veracruz, con 220.
Se proyecta tener las cifras oficiales a finales de octubre, principios de noviembre, pero al momento, la información indica que el crecimiento en la matrícula se mantuvo en el promedio anual de un punto porcentual, pues, si se habla de que existen 370 mil alumnos en escuelas públicas, el crecimiento quedará en 0.92 % , lo que se comprobará hasta tener las cifras finales.
Buscar educación y sobre todo alejarse de los sismo, sí es una razón por la que Querétaro se elige como opción para vivir, pero ni los años hacen olvidar a los nuevos habitantes el sentimiento de angustia que, en un momento enfrentaron al verse ante una ciudad colapsada, una autoridad que no se ve actuar y una sociedad desesperada por rescatar a “los suyos”: familiares, vecinos, el desconocido con quien se topaban cada día al ir a trabajar. En una siguiente emisión, se narrarán más de esas historias.