Entre caretas, cubrebocas, gel antibacterial y filas, desde temprana hora alumnos ingresaron a escuelas públicas y privadas tras varios meses de clases virtuales, en el que autoridades escolares implementaron filtros de acceso y las medidas sanitarias dentro del aula para salvaguardar la salud de los estudiantes.
Fue a partir de las 7:30 de la mañana en que padres de familia llegaron a las diversas escuelas de la entidad con sus hijos, a quienes acompañaron durante el protocolo de ingreso. Con la toma de temperatura, tapetes sanitizantes y rociadores es que uno a uno entraron para dar inicio a este nuevo ciclo escolar 2021-2022.
DUDAS SOBRE EL REGRESO
Desde que las autoridades federales y estatales anunciaron formalmente el regreso a clases presenciales para este ciclo, padres y docentes trabajaron para encontrar soluciones ante el incremento de contagios por Covid-19 y las dificultades que enfrentarían los estudiantes en el aula.
“No tenemos otra opción; hay que trabajar y, bueno, pues hay que salir adelante como se pueda. El chiste es que nuestros hijos ya estén recibiendo sus clases, pero aún tenemos algo de miedo, claro que sí, pero decidimos confiar en las escuelas”, comentó una madre de familia a este medio, a las afueras de la primaria Josefa Ortiz de Domínguez.
Las clases dieron comienzo a las ocho de la mañana. A palabras del personal de apoyo de este instituto, localizado en avenida Hidalgo en el Centro Histórico, se aceptó a un 42% de los alumnos en las aulas y se mantendrán en comunicación constante con los padres de los niños que decidieron no acudir.
Fueron pocas las escuelas que abrieron sus puertas en este ciclo, entre preescolar, primarias y secundarias, debido a la incertidumbre, donde padres y docentes han rechazado públicamente el hecho, pues temen por la salud de sus hijos y familiares al no entender del todo cómo es que se evitarán los contagios.
“Creo que es complicado. Yo entiendo mucho que no quieran venir. Confío en que se tomarán las medidas necesarias y ya con la vacunación y todo, creo que no habrá problema. Siempre hay riesgos, en la calle, al salir de casa”, señaló Agustín Sánchez, padre de familia, quien aguarda afuera mientras su hijo ingresa.
CLASES CON PROTOCOLOS
Ante el regreso a clases, la semana pasada comenzaron los simulacros correspondientes en cada una de las instituciones del estado con el objetivo de asegurar que todos los planteles contaran con las medidas necesarias para el regreso presencial.
Autoridades aseguraron que estas actividades formaron parte de un entrenamiento social para establecer los filtros sanitarios y la distribución de las aulas, así como otras medidas de protección.
“Le puse sus toallitas, su gel, una bolsa de cubrebocas, su comida, todo en su mochila. Su papá y yo le explicamos bien cómo cuidarse y confiamos en Dios en que no le pase nada”, refirió la señora Sofía, cuya hija ingresó al segundo año de primaria.
Fueron los padres de familia quienes, organizados, acudieron para apoyar en lo necesario a las escuelas, toda vez que buscan que este regreso a clases se lleve de manera adecuada y que los protocolos se realicen al pie de la letra.
Los salones se mantuvieron con puertas y ventanas abiertas, los pupitres con mamparas de protección y a una distancia considerable, y en todo momento el uso del cubrebocas, así como el fomento al lavado de manos y el uso de gel antibacterial cada que los alumnos salen o ingresan al aula.
“Estamos comprometidos con esto, por los niños”, señaló el vigilante de la primaria, quien es el último filtro para entrar a la escuela.
POCAS ESCUELAS
Con pocas escuelas abiertas, las calles aún se sienten solitarias. Los preescolares y primarias alrededor del Centro Histórico se mantuvieron cerradas, al igual que las escuelas de educación básica en los alrededores de la ciudad.
En la capital queretana fueron 14 las escuelas: dos preescolares, tres primarias, siete secundarias y dos telesecundarias, de una lista de 346 escuelas que regresaron a clases presenciales en el estado, según la Unidad de Servicios para la Educación Básica en el Estado de Querétaro (USEBEQ).
La mayoría de padres que asistieron coinciden en que esto se tiene que hacer, lo mismo que algunos profesores, quienes realizan lo propio para mantener el orden y las medidas con los niños, de tal manera que el regreso paulatino de todos los estudiantes se logre con prontitud.
“La negativa a regresar a clases es muy cuestionable. Aprender a cuidarnos en colectivo se logra así, en colectivo, no desde las cuatro paredes de nuestra casa”, opinó el señor Roberto Sánchez, padre del último niño que ingresó a la escuela.
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