En el municipio de Corregidora se celebró el foro “Violencia de género, leyes, protocolos y acciones para prevenirla y sancionarla”, con la participación de Olimpia Coral Melo, impulsora de la Ley para sancionar la violencia de género digital y fundadora del Centro Nacional para la Sororidad.
El presidente municipal de Corregidora, Roberto Sosa Pichardo, destacó que como parte de las acciones a favor de la igualdad de género y en contra de la violencia a la mujer; una de estas fue subir a la directora del Instituto Municipal de la Mujer a nivel de gabinete, para que se escuchen las mujeres en la toma de decisiones.
“El tiempo de la mujer ha llegado, y tenemos una deuda histórica, estoy convencido de que donde hay una mujer, las cosas funcionan de una mejor manera”, expresó.
Detalló que durante la séptima sesión del Consejo de Seguridad del Estado, se explicaron los pasos del Protocolo de Seguridad, y que en Corregidora podrá brindar atención personalizada en materia de género para las mujeres cuando se comuniquen al 9-1-1.
Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), reconoció a las activistas, la valentía y el coraje por impulsar un cambio en el país con la Ley Olimpia, que penaliza compartir fotografías o videos íntimos sin consentimiento de sus protagonistas.
Acotó que lo indispensable es prevenir y educar antes de sancionar, “debemos de trabajar para empoderar a las niñas desde la casa y sensibilizar a los niños para lograr esa equidad que tanto se habla. Luchar en contra de los estereotipos que lastiman tanto a hombres y mujeres, pues el cambio viene desde la casa”, apuntó.
Explicó el protocolo de actuación e intervención en materia de violencia de género, como un proyecto de la Universidad, tiene como ejes rectores la confidencialidad, igualdad y no discriminación, respeto a la igualdad, debida diligencia, efectividad, colaboración institucional, enfoque transformador, principio pro persona e interés superior de la víctima.
Las activistas recalcaron que existen otras violencias en el ámbito digital como el ciberacoso; una extensión de la violencia sistémica machista, que tiene una mayor accesibilidad porque se escuda en el anonimato.