El obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz ofició la Santa Misa del día 13 de la peregrinación a pie al Tepeyac; celebró también la primera comunión de 23 varones.
Niños y adolescentes que recibieron uno de los siete sacramentos de la vida cristiana, pidieron al obispo fueran aceptados a la mesa del Señor para recibir por primera vez cuerpo y sangre de Jesús, dijeron estar conscientes que al recibirlo, se comprometen a vivir en comunión con el resto de hermanos y vivir mejor la enseñanza de la religión.
A lo que el obispo respondió que de ser así, en nombre del Señor y la Iglesia, los admitió a la primera comunión y pidió a Jesús que siempre conserve la gracia y alegría de ese día, que abran su corazón con mucho amor a Dios, ya que será siempre su amigo y alimento para la vida eterna.
“A los papás y miembros mayores de esta comunidad cristiana les pido que siempre les ayuden”.
Durante la homilía el obispo dijo que en el año dedicado a la Juventud, están orando por ellos, se reconoce el protagonismo que siempre tendrán en la Iglesia y que la tarea y misión que tienen como bautizados es compartir con autenticidad, alegría y fe que cada uno profesa.
“A lo largo del camino hemos tenido diversas oportunidades de tener contacto con ustedes, incluido el sacramento de la confesión y reconozco los esfuerzos que hacen para ir entrando poco a poco en el proyecto de Dios; hoy la peregrinación ha querido tomar esta temática con los hombres”.
Faustino Armendáriz dijo que en la vida de todos los jóvenes existe un plan, en este sentido los exhortó a que hicieran una reflexión en referencia a la Virgen María, que se consagró al Dios que creía con su vida.
“A veces renegamos ante las cosas negativas que nos puedan suceder, incluso hay quien llega a maldecir; yo les digo, si aceptamos de Dios los bienes, porque no vamos a aceptar los males que nos sucedan, eso se nos olvida”.